Cuando decimos que la democracia ha colapsado en RD, no estamos equivocados ni inventado nada, decimos sencillamente lo que estamos viendo y viviendo día tras día.
No hay democracia y algo mucho peor, los hechos son los propios de cualquier dictadura.
Hay que apuntar algo; la situación es nacional, pero en Santo Domingo Este tiene ribetes muy particulares. El de hoy es el segundo secuestró en cuatro meses. El país debe comenzar a ponerle mucha atención a lo que está pasando aquí. Digo el país, digo el pueblo, no digo la justicia ni el gobiernos para no perder el tiempo, pues del primer secuestro, aunque hubo una querella, no se hizo ni siquiera una invitación.
Lo que se aprecia es que el secuestro, el asesinato, la compra, la intimidación y el chantaje, forman parte del modus operandi de un equipo instalado en Santo Domingo Este.
