Las exoneraciones de Vehiculos para los legisladores no resiste el más mínimo análisis.
Legislar para propio beneficio es claramente un acto inmoral.
Los legisladores son servidores públicos.
Cada «empleo» requiere que los «empleados» gasten. Cuando las instituciones les ayudan lo hacen con gasolina o bien con vehículos de la institución.
Permitir a los legisladores, votados por el pueblo y con sueldos pagados con impuestos pútlicos, tengan privilegios es un acto en extremo inmoral.
Todo esfuerzo de regular una inmoralidad es un acto de cómplicidad.