SANTO DOMINGO. Con el objetivo de identificar las múltiples oportunidades y debilidades por la que atraviesa la caficultura dominicana, la Universidad Nacional Evangélica -UNEV-, conjunto con la Facultad para el Ambiente y Desarrollo Rural -FADER-, desarrolló un dialogo con expertos en la materia donde evaluaron las estrategias para identificar mejoras que permitan establecer las oportunidades que la República Dominicana exhibe en materia del café.
Para el rector de la academia, Epifanio González, la principal fortaleza de la caficultura dominicana, es el impacto económico que se genera por medio de la producción de cientos de quintales de café.
Asimismo, dijo que, la debilidad principal de este renglón de la agricultura, es el cambio climático y medioambiental por la que están atravesando los países, puesto que se ha hecho más visible en los últimos años, provocando efectos como el incremento de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones, el descenso de los suministros de agua, la desertificación, los incendios forestales
y la crecida del nivel del mar, entre otros.
En ese sentido, Humberto Vargas, quien es economista e investigador, sostiene que, cada año unos 325 millones de personas sufren de forma directa los efectos sociales y económicos provocados por el cambio climático.
Señaló, además, que el cambio climático está teniendo impacto en las temporadas de huracanes y ciclones, por lo que tormentas más intensas tienen lugar con mayor frecuencia.
Reveló que las exportaciones del café dominicano hacia mercados internacionales, contribuye a los sostenimientos económicos de cientos de familias y campesinos a nivel mundial.
A su juicio, la producción de café, se encuentra ante el reto y desafío causa del cambio, por lo que se hace necesario el desarrollo de una caficultora sostenible que armonice la viabilidad económica, social y ambiental.
Instó a los productores que fortalezcan más las investigaciones, desarrollar, divulgar e implantar prácticas que minimicen los efectos de este cambio y concienciar a los caficultores y consumidores sobre el cambio climático, sus efectos y la adaptación de prácticas para prevenir y minimizar los daños.
Mientras que el técnico Bolívar Batista, coordinador de la Escuela de Ingeniería Agroforestal de la UNEV, sostuvo que es necesario implementar nuevas prácticas en los cultivos de cara al cambio climático con una agricultura más ecológica, que tome más en cuenta los ciclos naturales y sus interacciones.
“Es necesario disminuir el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, reducir el deterioro del suelo (erosión, contaminación) y aumentar la biodiversidad en los cultivos. Paralelamente se deben disminuir los costos de producción para una mayor competitividad y resiliencia de los sistemas de producción”. Añadió.
Otro de los exponentes fue el ingeniero agrícola, Camilo Kouri, este se refirió a los importadores de café, como el puente entre los dos extremos del espectro del grano.
Según Khoury, algunos tostadores prefieren el comercio directo, para muchos profesionales es invaluable el servicio que prestan los importadores. Al ser los responsables de este complejo trabajo de importar café, le permiten a los productores y tostadores enfocarse en lo que mejor saben hacer: tostar y producir.
Al final de las exposiciones se formaron grupos de trabajo entre los participantes, los cuales presentaron a modo de resumen las conclusiones de las ponencias de los expertos invitados.