Un día los «estados» dejaron de jugar su rol y el mundo comenzó a plagarse de ONGs, Organizaciones no Gubernamentales que si bien surgieron por necesidad, también fueron financiadas por nuevas formas de dominación e influencia, incluso, por agencias de seguridad o gobiernos foráneos que vieron en ellas la forma de incrustarse en las sociedades con el manto de ayudar pero al final, de intervenir.
Las sociedades llamadas democráticas vieron surgir N asociaciones, ONGs «raras», Observatorios extraños, que fueron colmando hasta los medios y muchas, directamente, al servicio de gobiernos extranjeros.
Otras Organizaciones como la SIP, de dueños de medios, se «juntaron» para poder defender de los ejercicios y gobiernos de izquierda, nacionalizadores y pendientes de la verdadera libertad de expresión para ellas controlar el status cuo y su supervivencia.
Amnistía Internacional, sesgando, difunde donde estar y donde no, mientras que Human Rigth Watch, financiadas por agencias norteamericanas y europeas, se centró en vigilar a los izquierdistas, mientras que en países de gobierno de derechas se masacraba sin que ellos se enteraran.
Las Organizaciones No Gubernamentales llegaron a estar tan desreguladas que desde ellas en muchos paises se organizacion golpes de estado o se financiaron milicias.
Ejemplos de las Organizaciones no Gubernamentales Golpistas hay muchos.
Si en Dominicana podriamos analizar quién es FINJUS, que lleva siglos con «una sola cara», por qué Participación Ciudadana tiene tanto poder, casi ilimitado, hasta el punto que los políticos le temen, por qué ADOCCO desapareció cuado un abogado inquisidor acusado ahora de chantajista, apareció con un bloque en el pecho para reaaparecer mutando a ser incluso una ONG que hace encuestas para congraciarse con los ministros y le protesta al Gobierno por no darle fondos.
Estas organizaciones, (son muchas), logran tener el micrófono de los llamados Medios Nacionales que les difunden como palabra de Dios, autorizados para llamarse y acaparar el término de Sociedad Civil, por lo que a la hora de reunirse con el legislativo o el ejecutivo ellos lo hacen no representando al final a nadie, solo a ellos mismos.
Esta farsa eterna y el círculo de complicidad se alimenta ahora de «Observatorios» que cuentan a veces con una sola persona, que no hacen reporte de nada, que no informan nada, pero que terminan realizando eventos dando reconocimientos a sus amigos que a la vez les reconocieron a ellos, creando un clan de socios con el objetivo de mantenerse en la palestra pública, de «figurear», y ser vistos para, en algún momento, mentir a todos haciéndoles creer que son algo representativo de algún grupo económico, político o social y en realidad no son nada, ni hacen elecciones, en muchos casos no poseen estatutos e incluso a veces ni su nombre está legalmente registrado.
Si bien es cierto que la sociedad actual funciona con ORGs hasta el punto que toda figura pública debe pertenecer a alguna o tener la suya propia con propósitos, molesta que los que verdaderamente hacen el trabajo no obtengan la atención de los medios, mientras que las que llegan a tener «contactos» terminan difundiendo bien sus cuasi actividades, sus nombres no representativos y hasta cuotas de poder.
Sin que sea un cuño, o una injusta aseveración, lo cierto es que si bien hay que cuidarse del delincuente y del farsante, también hay que hacerlo con algunas arribistas y mentirosos que vestidos de nombres rimbombantes como «Observatorio» u «Asociación», etc, terminan siendo un solo personaje, o dos, con el sello puesto en la frente y la mano extendida para ser agraciados por contratos o parecidos… astutos, eso si, estafadores, también.