Un encuentro y el extranjero, argentino, ultraderecha, ultracoservador, Agustín Laje, bala contra todo lo que represente progreso, quedó en una especie de limbo amor/odio contra la senadora dominicana Faride Raful.
Luego del error de la senadora, política y presentadora de radio contestando a alguien que «siempre gana» sus debates con guiones basados en bullying contra quien «compite», Faride a optado por cerrar capítulo, ni buscar revancha, simplemente, ignorar al «busca pleitos» que más que debate provoca confrontación y si pierde, sus «acólitos» y haters seguidores de las redes se dedican entonces a, mediante bulos, aplastar al entrevistado(a).
Faride pertenece a la más creciente generación más liberal y preocupada por la equidad que inunda la República Dominicana de hoy.
Hace pocos días el tema de la «violación dentro del matrimonio» provocó que las mentes más retrogradas y atrasadas del país protestaran contra el «abuso» de igualar el acto no importa si exista contrato matrimonial o no, y la sociedad le fue encima a los «medievales» comandados por los pastores Ezequiel Molina y Carlos Peña que, junto al presentador Casals y otros fueron los que más «enjuiciaron» a la actual senadora en campaña casi, condenándola a la hoguera como «hereje».
Laje, que ha perdido todas las batallas por ser un ente de propósitos obsoletos en estos tiempos, que prefiere engordar su ego después que pierde las batallas, que aún encuentra incluso mujeres que le hacen el coro sin darse cuenta del «personaje», busca enfrentamientos con la senadora que nunca, ojalá, vuelva a pasar.
El único objetivo de cualquier senador de la República Dominicana es legislar por su país y no hay que hacerle caso a provocadores.
Es curioso como Faride «sin estar» cae en a boca del harter argentino.
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