El funcionario nuevo trabaja con dedicación, tratando de demostrar su capacidad y buen desempeño, pero después que los años lo afianzan, ya sus intereses cambian.
Debe existir una ley que garantice que los funcionarios no puedan durar más de 4 años en una posición, que sean cambiados o rotados y que no solo el presidente, sino también todos los cargos electivos. Solo puedan postularse una sola vez, dejar pasar un período para poder volver a participar, pues de esa manera se daría oportunidad a otros compañeros.
Un partido se forma con la suma de todos sus miembros, desde la base (mayoría) hasta los de más altos puestos que son por supuesto, pocos, pero que son los que dirigen. Esa cúpula también debería tener un tiempo de sustitución, que no puedan repostularse en sus cargos directivos dentro del partido por lo menos en el tercer período.
Los tiempos han cambiado. Las sociedades aspiran a más porque piensan más y son mejor preparadas, junto a una juventud creciente, con ideas nuevas, frescas y modernas.
Los partidos que quieran mantenerse fuertes deben dar paso a la juventud con nuevas ideas y los viejos robles que aporten sus experiencias como asesores. Esa seria la combinación perfecta en la que nadie quedaría fuera y todos podrían aportar al desarrollo y avance del país en el tiempo que le corresponda.
por Margarita Feliciano

