Fotos que no deben ser

Abinader y Delis

Hay fotos necesarias, otras, completamente innecesarias. las hay en contexto, otras no, publicables en un momento, en otro no.

Las fotos suben o bajan, te aplauden o te destruyen, las poses, las luces, la actitud de los retratados, las fotos son un arma poderosa, capaz de poner o tumbar gobiernos.

Existen en República Dominicana comunicadores que hacen «su trabajo», siempre lo han hecho, cada momento tienen clientes, sus posiciones políticas y en comunicación está de acuerdo al contexto histórico y lo que «su trabajo» requiera para mantener su economía a flote. Ellos no es enemigo de políticos, no es enemigo de nadie, es simplemente un mercader, que cambia de cliente según la conveniencia de su propia economía, como todo mercader, usando, se sabe, la comunicación como herramienta de trabajo. Conoce el morbo del público que le sintoniza, sea para aplaudirle sea para ofenderle, sabe como atraer a las personas y con ello, cotizarse. Ser famoso es, para algunas personas, beneficio, aunque crean de ti lo peor.

 

La comunicación política lo es todo para un político, te crea y te destruye, va alimentando la percepción de que saber que hacer en cada momento o poniendo ingredientes poco a poco hasta terminar de convencer que, al menos, no sabe la importancia de la Comunicación Política.

Ya sea en fondo o forma, solo en fondo, o solo en forma, de luces y de poses, de momentos históricos políticos, adecuadas y no adecuadas, hay fotos, que nunca debieron ser. o solo incluso, no haber sido publicadas o si acaso, no en el momento en que son publicadas.

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