El país cultiva seis especies de pescados, informó el integrante de la Asociación Dominicana de Acuicultura (Adoa), Máximo Nicolás. Esas especies son Basa (Pangasius hypophthalmus), Carpa Común (Ciprinus carpius), Dorada o Sea Bream (Sparus aurata), Lubina o Sea Bass (Dicentrarchus labrax), Pacú o Colosoma (Myleus pacu), Tilapia nilótica, africana y roja, (Oreochromis spp., Tilapia spp., Sarotherodon spp.).
Dijo que también se cultivan camarones de agua dulce o langostino gigante de agua dulce (macrobrachium rosenbergii), y varias especies de peces ornamentales de importancia.
Además, en el pasado se han cultivado otras especies de pescados y mariscos de considerable potencial comercial, como el Pompano de la Florida (Trachinotus spp.), la Cobia (Rachycentron canadum), el Camarón de agua salada vannamei (Penaeus spp.), e incluso hasta el Pescado Dorado.
Nicolás recordó que la producción de peces es una práctica antigua, desarrollada por los primeros agricultores como uno de los muchos sistemas de producción primaria dirigidos a asegurar el aprovisionamiento de alimentos.
Indicó que según Miguel Silva, asesor ambientalista de Adoa, la acuicultura dentro de las actividades pecuarias es la que menos agua consume; para producir un kilogramo de carne se requieren 15,000 litros de agua, para producir un kilogramo de carne de pescado se requiere menos de 1,000 litros de agua. Casi todos los proyectos acuícolas devuelven a la naturaleza por lo menos el 95% del agua utilizada.
Expresó que el pescado proporciona una fuente de proteínas, vitaminas, minerales y micronutrientes esenciales, así como ácidos grasos esenciales favorables para la salud.
El miembro destacado de Adoa señaló que el principal propósito de la acuicultura es contribuir al desarrollo socioeconómico de sus relacionados directos (el acuicultor, los empleados, la comunidad, intermediarios participantes en la cadena de valor y los demás proyectos agropecuarios vecinos).
Nicolás dijo que la acuicultura viene a desempeñar un papel social importante.
