No es verdad, que un periódico de un gran conglomerado, con periodistas de sobrada experiencia, que conocen la post verdad y las técnicas de manipulación elementales, no sabe distinguir las noticias falsas.
No es cierto, no es posible, que los periodistas no sepan incluso el armamento con el cual cuenta el ejercito dominicano.
Hace rato la llamada Prensa Nacional, que aun fija las matrices de opinión, «copiaba y pegaba» de agencias internacionales, en evidencia al reproducir una y otra vez las mentiras que llegan y se fabrican contra Venezuela.
Sin embargo, manipular portadas con noticias locales, explotar los medios, exacerbar los ánimos complicando el ambiente ya caldeado, incitando a la violencia y luego, sin más ni más, emitir un comunicado de que «perdónenme, nos equivocamos», es inaceptable.
El periodismo ha sucumbido al dinero según la percepción de la población; la credibilidad de los medios escritos, radiales y televisivos cada día es más baja, rezagados frente a las redes y apurados con la dinámicas de estas y si además, las redacciones de un gran diario nos engaña como niños… es el colmo, cual es el límite.
¿A propósito?. Queda por ver. ¿Es parte de un plan de desestabilización a que ha sido sometida la sociedad aumentada y ayudada por el 4to poder?. Esta seguro, por comprobar. Un comunicado no es suficiente; un «upssss» (lo siento en lenguaje norteamericano underground) es simplemente una falta de respeto a los lectores.
