A pesar de la gran presencia policial, los manifestantes consiguieron atacar e incendiar no solo mobiliario urbano y automóviles, sino también bancos y tiendas, entre otros.
Grandes incendios, numerosos actos de vandalismo y fuertes choques entre la Policía y los manifestantes en varias ciudades de Francia marcaron una nueva ola de protestas provocadas por la muerte de un menor a manos de un policía en Nanterre.
Aunque las autoridades habían anunciado anteriormente que movilizarían a 40.000 agentes para hacer frente a los disturbios, miles de personas salieron a las calles en la noche del jueves. Según medios locales e imágenes publicadas en las redes sociales, se registraron grandes incendios en las ciudades de Nanterre, Toulouse, Sevran, Lille, Lyon, Montreuil, Roubaix, Saint-Denis, entre otras.
Los manifestantes incendiaron contenedores de basura, coches, autobuses e instalaciones públicas. En Nanterre, por ejemplo, se prendió fuego una sucursal del Crédit Mutuel y el humo envolvió todo el edificio. También se produjeron violentos enfrentamientos en varios barrios de la ciudad en los que los manifestantes utilizaron fuegos artificiales contra la Policía que, por su parte, respondió con granadas de gas lacrimógeno. Lo mismo se registró en otras localidades.
En un barrio en la ciudad de Saint-Denis, cerca de París, se quemaron coches a lo largo de toda la carretera. En Roubaix, se incendió un centro social y los manifestantes levantaron barricadas, que luego prendieron fuego. Como consecuencia, en las localidades afectadas se interrumpieron los servicios de transporte público.
Al mismo tiempo, la capital del país, París, también sufrió actos de vandalismo e incendios del mobiliario urbano. Así, una tienda del fabricante de productos deportivos Nike fue atacada y saqueada. En relación con el caso, catorce personas han sido detenidas.
Mientras tanto, en las ciudades afectadas rompieron escaparates de tiendas y bancos, además de levantarse numerosas barricadas. Por ejemplo, en Lille, algunos de manifestantes rompieron el escaparate de un supermercado del que salieron con botellas de refrescos, al tiempo que en Montreuil, jóvenes armados con palos destrozaron una farmacia, un McDonald’s, un cajero automático y otros comercios.
De acuerdo con los datos de Le Figaro, como resultado de protestas, en todo el país fueron detenidas 421 personas, 242 de ellas en la región de Isla de Francia. La mayoría de los detenidos tenían entre 14 y 18 años.