Inclusión, el éxito del verdadero liderazgo #opinión @fdo_buitrago

Martí: Toda la gloria del mundo cabe en un grno de maiz

Fernando Buitrago

En la prehistoria el ser humano no tenía la libertad de pertenecer… o eras de la tribu o morias solo, a medida que creció la comunidad entonces, comenzó el conflicto, aparecieron los jefes y líderes, chocando entre ellos hasta la actualidad.

La historia recoge cientos, miles de casos de todo tipo de atrocidad que van desde asesinar a un competidor hasta masacrar pueblos enteros e incluso, la «pelea sin piedad» entre herederos fue permitida en algunas civilizaciones como en India y Imperio Otomano aunque las zonas fuera de ellas están plagadas de luchas de poder por mujeres, tierras, recursos, mando y hasta por «gloria»… es la naturaleza humana.

Martí: Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

Purgas gracias al poder en sí se aprecian en las clases altas de las sociedades hasta en las más bajas siendo el resentimiento, la deslealtad y la envidia las causas que hacen florecer lo peor del ser humano.

Hoy, las sociedades se han desarrollado. Las luchas por la supremacía territorial y hasta de poder político, pasando por temas meramente humanos como amores, desamores, asuntos laborales, etc., sobreviven y hasta se desarrollan de forma activa pero seguro, menos agresiva que antaño donde ser considerado «competencia» podría costarte la vida.

_Martí: No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados. _

Las constituciones modernas de los paises en las disímiles versiones de democracia permite al ciudadano pertenecer libremente a grupos poblacionales, sociales, políticos, económicos, sindicales, bancarios, religiosos, amparado en la libertad individual y de asociación por lo que cada quien puede entrar o salir por lo que desde el nacimiento de los nuevos tiempos se le llamó «libre albedrío» y que se arraigó más luego de la segunda guerra mundial en un franco escenario de entendimiento, amen de algunas guerras, entre los hombres que antes por lo que fuere se masacraban entre sí y hoy, dialogan.

En este contexto surgen diferentes tipos de manifestaciones relativas al poder que van desde la inclusión total hasta la exclusión motivada por sentimientos que, o no afloran fácilmente o no saben, porque se puede ser jefe pero no líder, estos últimos son y tienen que ser siempre inclusivos por naturaleza.

Aun cuando para pertenecer a «algo» necesitas ser «compatible» con parámetros, estatutos, regulaciones o algún tipo de contrato, los líderes normalmente se despojan de cuantos malos sentimientos naturales pero primitivos existan y tratan de incluir a la mayor cantidad de personas aunque parezca contraproducente en la diversidad es que se avanza, no en la exclusión.

Si bien existen «jefes» que quieren «escuchar su propia voz», hay otros, los que cumplen con la feliz especie de combinación de poseer dotes de liderazgos que mediante la visión inclusiva permiten que las reglas escritas se combinen con las humanas dando como resultado conglomerado que, en diversidad, están claros del objetivo trazado. Esto y solo esto, hace que se avance.

Los liderazgos permanecen en el tiempo.

Martí: En el mundo hay flores y serpientes, pero hay más´flores que serpientes

Un líder que en algún momento es jefe debe tener la capacidad primero, del saber que los cargos no son eternos e incluso que en su momento puede ser sustituido o simplemente, dar paso a otros en la silla, sea por temas generacionales o de visión al mando de una organización x pues al final lo que nadie puede arrebatar es el liderazgo.

Lo más difícil de desarrollar es la mente humana pues esta no avanza con los todoterrenos y los cajeros automáticos sino por la vida del conocimiento que genera humildad y en el caso de los líderes, de talento natural.

Martí: Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea y con que esté bien su entorno ya da por bien el orden universal

Los líderes están conscientes de su capacidad para aunar esfuerzos, son encargados de conducir, no sin tropiezos, a las masas por el camino debido e incluso, que él cree es el debido. A los jefes que no son líderes les abruma la idea de perder el puesto luego de alcanzarlo y por ello casi siempre emplean esfuerzos para marcar, obligado, su mando, aun cuando no sea el rey de las ideas y peor, de liderazgo.

Todo es política. En el mundo político que incluye la evidente lucha de poder hay dos tipos de jefes, los que imponen y los que convencen, los primeros tendrán resultados cortos y efímeros, los segundos avanzarán junto a la masa toda vez que sepa delegar y consensuar, permitiendo las contradicciones y hasta la disidencia.

Todo se ha vuelve «viral», un trending topic dura horas para ser reemplazado por otro, solo las ideas expuestas con liderazgo y organización en el tiempo terminan no solo por modificar el pensamiento humano sino teniendo algún éxito en los objetivos.

El ejercicio del poder depende hoy de muchos elementos incontrolables muchas veces en una masa a la que una cuenta de twitter o un canal de youtube le da el poder que antaño tenían los canales de TV hegemónicos.

El «mesianismo» se encara con una sociedad cada vez más preparada que posee amplias posibilidades de ser y pertenecer, que no está atado a nada y cada día menos por lo que únicamente el liderazgo y no el mando fortuito hace que en el tiempo una idea o el camino a lograr un objetivo, prevalezca.

@fdo_buitrago

frases de José Martí en su mayoría tomadas del ensayo Nuestra América

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