Aquella fatídica, estremecedora y trágica tarde que le arrebató la vida al Alcalde Juan De Los Santos, nos propusimos no escribir sobre su gestión al frente del gobierno local de Santo Domingo Este hasta tanto no transcurriese el tiempo prudente para evitar que nuestra visión tocara sensibilidades, no caer en la degradante costumbre de ¨hacer leña del árbol caído¨, ser solidario y respetuoso del dolor familiar.
En este articulo nos referimos a Juan De Los Santos, su legado y a su doble condición de victima y victimario de una gestión municipal cubierta por un manto agujerado de secretos y ocultamientos administrativos.
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española en su vigésima segunda edición, tomo 6, pág. 921 define el termino legado como la ¨Disposición que en su testamento o codicilo hace un testador a favor de una o varias personas naturales o jurídicas agrega¨ y agrega una segunda definición; ¨Aquello que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial¨.
Como Juan De Los Santos no tuvo realizaciones políticas teóricas ni prácticas dignas de ser analizadas por no ser el campo de la política su fuerte sino el ámbito empresarial donde es digno de ser valorado como exitoso, independientemente de la naturaleza de sus empresas, su legado ha de ser recogido por su familia, en primer lugar por sus hijos y en segundo lugar por su esposa, Berlinesa Franco, desgraciadamente, hoy viuda De Los Santos. a quienes les dejó una significativa fortuna económica, bienes raíces y empresas.
Todo ese legado les corresponde a Ellos y a Ella recogerlo. Continuarlo es una decisión familiar en la cual no tienen suerte ni parte ningunos de los precandidatos del PLD que desean ansiosamente que las élites dominantes en el Comité Político los escojan a través de las tan manipuladas ¨encuestas¨ que en la actualidad nos han impuesto la mayoría de las élites plutocráticas como sustitución antidemocráticas de las primarias donde las membresia escogen democráticamente a sus candidat@s, según lo establece la constitución, la ley electoral y los propios estatutos partidarios.
Como el municipio Santo Domingo Este, su Ayuntamiento, su Alcaldía no es propiedad particular del Alcalde, sino una propiedad pública, ciudadana y municipal ningún aspirante debería pretender asumirlo como un legado de Juan De Los Santos, a quien de forma implícita y erróneamente le atribuyen la concepción municipal que le correspondió ejecutar por más de nueve años y que, por su vil asesinato, le corresponde concluir a la Vice-Alcaldesa, hoy Alcaldesa Jeannette Medina Luciano.
Regresando al Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española en su tomo 10, pagina 1,560 encontramos las palabras víctima y victimario, cuyas definiciones y gestión municipal de Juan De Los Santos agujerada por el secretismo y el ocultamiento administrativo nos permitirán comprender el sugerente título conque identificamos este articulo.
Veamos:
Victima: ¨…persona o animal sacrificado o destinado al sacrificio.//…persona que se expone u ofrece a un grave riego en obsequio de otra.//persona que padece daño por culpa o por accidente fortuito.//…persona que muere por culpa ajena o por accidente fortuito¨.Y como la gestión municipal encabezada por nuestro fenecido Alcalde es el fruto del ejercicio político de las élites plutocráticas que desde el Comité Político del PLD se lo reparten todo de la forma más repugnante y antidemocrática, seriamos injustos e inconscientes si le atribuimos a Juan De Los Santos la responsabilidad exclusiva de las secuelas negativas que nos legara ¨su¨ mandato al frente de la alcaldía de Santo Domingo Este.
Juan De Los Santos fue víctima, como Alcalde, de la manipulación y el condicionamiento de las élites que transformaron al PLD, que fundara Juan Bosch, en una maquinaria electoral que controla el poder para enriquecer a unos pocos y empobrecer a la mayoría. Sin embargo, y sin temor a equivocarnos podemos afirmar que nuestro asesinado Alcalde, además de ser víctima de su propia gestión, también fue victimario, porque, según la obra más arriba citada, victimario, ria era un ¨sirviente de los antiguos sacederdotes gentiles que encendía el fuego, ataba las victimas al ara y la sujetaba en el acto del sacrificio¨.
Pruebas de lo establecido en el precedente párrafo están evidenciadas en decenas de denuncias emanadas desde el seno del Concejo de Regidores antes y después de la muerte del Alcalde. Calificativos tales como Faraón, entre otros están recogidos en los diarios virtuales; tráfico de influencias, asignación de obras grado a grado, sobrevaluación de la construcción del Palacio Municipal, cotizaciones de ferreterías fantasmas, falta de transparencia, nepotismo, autoritarismo, prepotencia, desprecio de los sectores humildes e indiferencia ante sus problemáticas, alto grado de ineficiencias de los servicios que ofrece el Ayuntamiento, imposibilidad de justificar el gasto presupuestario, penalización irregular a empresarios con arbitrios arbitrarios, entre otras denuncias.
Juan De Los Santos, el Alcalde, el buen hijo, buen padre, buen esposo, buen hermano, el amigo de los amigos, el empresario exitoso arrastrado por la vorágine de la política neo-liberal fue víctima y victimario de su propia gestión municipal.
Miércoles 3 de febrero de 2016
por Leonte Reino

