Un leve seísmo de magnitud 3,5 ha sido detectado en las proximidades de Estrasburgo (noreste de Francia) este viernes. Este ha sido atribuido a causas humanas en una zona donde un proyecto geotérmico ha tenido que ser interrumpido.
La Red Nacional de Vigilancia Sísmica de Francia (Renass) ha indicado que este terremoto «inducido» tuvo lugar a las 6.59 locales (5.59 GMT) con epicentro en el municipio de La Wantzneau, a 48.67 grados de latitud norte y 7.81 grados de longitud este.
Un punto que se encuentra a pocos kilómetros de la antigua refinería de Reichstett y donde se estaba construyendo una central de geotermia, proyecto paralizado después de que se hayan producido otros pequeños seísmos durante el otoño.
Los temblores se han considerado el resultado de pruebas de inyección realizadas por la compañía que debe explotar el complejo.