La Alcaldía de Santo Domingo Este desafía a INTRANT y DIGESETT con reductores y depósitos de basura en las vías

Santo Domingo Este, 10 de abril de 2025 – La Alcaldía de Santo Domingo Este, bajo la gestión de Dío Astacio, parece actuar al margen de las autoridades nacionales de tránsito y seguridad vial al instalar reductores de velocidad y artefactos para depositar basura en las calles del municipio. Estas acciones, ejecutadas sin aparente coordinación con el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) ni la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), generan caos en la movilidad y cuestionan el respeto de la administración local por las competencias establecidas. En su afán por imponer medidas unilaterales, la Alcaldía está transformando las vías de manera que muchos consideran un abierto desafío a la regulación estatal.

Los reductores de velocidad, multiplicados en arterias como la carretera Mella y en sectores como Los Mina, Cancino y Villa Duarte, son un punto de fricción evidente. INTRANT establece que estos dispositivos deben cumplir estándares técnicos precisos, incluyendo estudios de impacto vial, señalización adecuada y permisos previos. Sin embargo, muchos de los «policías acostados» instalados por la Alcaldía carecen de estas condiciones: son demasiado altos, están mal señalizados o aparecen en lugares donde entorpecen el flujo vehicular sin justificación clara. Esta situación no solo afecta a los conductores, que reportan daños en sus vehículos, sino que ignora el rol de INTRANT como ente regulador, dejando entrever una actitud de autosuficiencia por parte del gobierno municipal.

De manera similar, la colocación de artefactos para depositar basura en las vías públicas agrava el problema. Contenedores y estructuras destinadas a la recolección de desechos han sido ubicados en aceras, esquinas e incluso en carriles de circulación, obstruyendo el paso de peatones y vehículos. DIGESETT, encargada de garantizar la seguridad y el orden en las carreteras, no parece haber sido consultada sobre estas decisiones, que contravienen las normas de uso del espacio público. En zonas como el ensanche Ozama o Invivienda, estos depósitos improvisados reducen la visibilidad en intersecciones y complican el tránsito, evidenciando una falta de planificación que pone en riesgo a la ciudadanía.

La aparente desconexión entre la Alcaldía y las autoridades nacionales tiene consecuencias directas. Las congestiones se han multiplicado, las quejas por daños a vehículos crecen y la seguridad vial, lejos de mejorar, parece deteriorarse. La ausencia de evidencia de que la Alcaldía haya coordinado con INTRANT para los reductores o con DIGESETT para los depósitos sugiere una gestión que prioriza la acción visible sobre el cumplimiento de las normas. ¿Por qué no se han hecho públicos los permisos o acuerdos que avalen estas intervenciones? La falta de transparencia refuerza la percepción de que Santo Domingo Este opera como un feudo donde las reglas nacionales son secundarias.

Este desafío a INTRANT y DIGESETT no solo afecta la movilidad, sino que erosiona la confianza en la institucionalidad. Mientras los reductores y los depósitos de basura proliferan sin control, los ciudadanos quedan atrapados entre el desorden y la improvisación. La Alcaldía tiene la responsabilidad de trabajar en armonía con las autoridades de tránsito, no de actuar como si estuviera por encima de ellas. Hasta que no se demuestre lo contrario, las calles de Santo Domingo Este seguirán siendo un reflejo de una gestión que, en lugar de colaborar, parece burlarse de las competencias de quienes están llamados a regular el orden vial y la seguridad de todos.

CAJITA CONVERTIDORA

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