El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asegura que no permitirá que Teherán consiga armas atómicas, mientras Rusia muestra su apoyo al régimen de los ayatolás y culpa a EE UU de la situación
El anuncio de Irán de cancelar parte de los compromisos alcanzados en el acuerdo nuclear de 2015, en plena escalada de tensión con Estados Unidos, ha puesto en alerta a las potencias internacionales. Israel, enemigo del régimen de los ayatolás, ha sido de los primeros en posicionarse. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado este miércoles que su país no dejará que Teherán se haga con armas nucleares. «No permitiremos que Irán logre hacerse con armamento nuclear. Continuaremos luchando contra quienes nos matarían», ha asegurado el mandatario en un discurso con motivo del Día de los Caídos en Israel.
El presidente iraní Hasan Rohani ha revelado que Teherán deja de limitar sus reservas de agua pesada y de uranio enriquecido, tal y como se habían comprometido en el pacto firmado con EE UU (bajo la administración de Barack Obama), Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China. Esta decisión se ha producido justo un año después de que el nuevo mandatario estadounidense, Donald Trump, se saliera del acuerdo.
Rohani ha dado un plazo de 60 días al resto de países signatarios para seguir los dictámenes de Estados Unidos o salvar el pacto cumpliendo con el compromiso de ayudar a Irán, sobre todo en lo que respecta al petróleo y al sistema bancario, lo que supondría violar las sanciones estadounidenses.
La ministra de Defensa francesa, Florence Parly, ha advertido al régimen de los ayatolás que tendrá que hacer frente a más sanciones si no cumple con su compromiso y finalmente reactiva su programa nuclear. China, otro de los países firmantes, ha apelado a la necesidad de garantizar el pacto. «Mantener y aplicar el acuerdo es la responsabilidad de todas las partes», declaró la prensa el portavoz de la diplomacia china, Geng Shuang.
Los inspectores de la ONU aseguran que Teherán ha seguido cumpliendo con el acuerdo nuclear durante este año, tras la retirada de Washington. El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, que se encuentra este miércoles de visita oficial en Moscú, ha dicho que después de «un año de paciencia», Teherán ha tenido que actuar por las presiones de EE UU. El jefe de la diplomacia iraní ha reconocido también que los cinco países del acuerdo tienen un margen «estrecho» para poder mantener el pacto, y que solo podría salir adelante si los signatarios europeos cumplían con sus obligaciones.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha denunciado la «presión irracional» que sufre Irán, según ha declarado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Tras un encuentro con Zarif, el ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha trasladado la voluntad de su país de mantener el acuerdo y ha responsabilizado a la administración estadounidense de crear una «situación inaceptable».
Alemania, otro de los países que firmó el pacto nuclear, ha lamentado las declaraciones del Gobierno iraní e insta a Teherán a no dar un paso agresivo, según ha declarado el portavoz del Ejecutivo teutón, Steffen Seibert. Desde Londres, fuentes cercanas a la primera ministra británica, Theresa May, han expresado que el Ejecutivo está «muy preocupado» por este anuncio.
Este miércoles, el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, de visita en Londres tras haber realizado un viaje relámpago a Irak (en el que alertó de «ataques inminentes» de Irán contra las fuerzas estadounidenses en la región), se ha reunido con su homólogo británico, Jeremy Hunt.
El ministro de Asuntos Exteriores español en funciones, Josep, Borrell, ha destacado que «afortunadamente», Irán no ha dado por roto el acuerdo y ha hecho hincapié en que «hay que evitar una ruptura definitiva».