Un día visité a un amigo recién nombrado y estando en el Palacio de Policía escuché el sonido de una corneta y todos se pusieron a saludar, incluso bajo techo… asombrado pregunté: ¿ que pasa ? y me dijeron: llegó el jefe… eso no ha cambiado desde Trujillo hacia acá
La policía tiene muchos niveles, todos saben cómo funcionan, desde los mandos, las órdenes, las redadas y sometimientos, hasta la corrupción y grupos mafiosos que históricamente se han movido dentro de sus estructuras.
Cada gobierno llega con el mismo clichet… que hay que reformar a la policía, cada suceso que hace temblar la opinión pública provoca las mismas reacciones pero son solapados por otros hechos, cada día, cada semana, así ha sido siempre… el muerto queda como un suceso que se olvida pronto incluso para el morbo social y los reclamadores de cambios terminan entreteniéndose en otros temas de actualidad mientras que el suceso se ahoga entre cientos de otros.
Nadie va a reformar la policía pues el Modus Vivendi siempre es difícil de cambiar y los intereses que todo se mantenga igual prima al final sobre muertos con sonido por muy dolorosos que parezcan.
La llamada opinión pública también olvida, las masas y la opinión termina siendo demasiadas olvidadiza e hipócrita pues el mismo cuerpo de policía que vemos cometiendo horrendos crímenes, asesinando incluso personas, está compuesto por miles de hombres y mujeres que arriesgan la vida por el pueblo, son los pechos que se ponen entre las balas y las personas en el cumplimiento del deber.
Todo es mentira.
La prensa, ávida siempre de sucesos, los comunicadores sin temas y las redes desenfrenadas hacen su festín como si los muertos fueran un banquete… que consumen, siempre, hasta que nuevos muertos ocupen su lugar para mantener las noticias pues estas cuando envejecen ya no venden.
En una sociedad donde si te accidentas la gente te depreda, te roba todo en vez de auxiliarte, pasa a ser muy hipócrita acusar a la policía de lo malo como si todos estuviera podridos, cuando uno, en sus casas, en su barrio, en cada uno de nosotros, debemos romper la cadena de la ruptura social.
La Policía no hay que reformarla… hay que crear una nueva… pero nadie se atreve, porque ni nosotros mismos queremos cambiar.
@fdo_buitrago