Las acciones vandálicas de este viernes contra un local de campaña del candidato presidencial Ramfis Dominguez Trujillo en Salcedo reflejan que el país ha caído en una dictadura.
Los altos dirigentes del PLD en la Provincia Hermanas Mirabal, Bautista Rojas y Mercedes Ortiz Diloné (Mecho), ambos miembro del comité político de ese partido y alcaldesa de Salcedo, respectivamente, embadurnaron ese local con pintura aerosol alegando que impedirán la Campaña de Dominguez Trujillo en toda la provincia.
Un video en las redes sociales muestra a Bauta Rojas y a la alcaldesa como expertos en el manejo del grafitis, como lo hacían los miembros del PLD cuando en la oposición ensuciaban con pintura los locales del partido de gobierno del fenecido ex presidente Joaquin Balaguer.
Este acto vandálico propio de delincuentes, viola los derechos políticos del joven candidato presidencial y las decenas de miles de seguidores en Salcedo, al punto de enardecer a la ciudadanía, que está viviendo la conculcación de sus libertades bajo la dictadura del PLD.
Pero lo que más enardeció fueron las expresiones de Bautista Rojas al confrontar a uno de los seguidores de Ramfis, que estaba decorando el local.
En el video se escucha la discusión sostenida enter ambos, en la que el vándalo Bautista Rojas dice que si hubiera estado en Salcedo cuando Ramfis fue a lanzar la candidatura como alcalde de Eliu Mirabal, primo de las hermanas Mirabal, «lo hubiera sacado», obviamente, de la iglesia y de esa población.
La prepotencia de ese dirigente sindicado en actos de corrupción refleja que el PLD también quiere mandar en los templos.
En los templos puede entrar en actitud de respeto cualquier persona y ningún sacerdote puede sacarla, menos un político de un partido de ateos, como es el PLD.
Esta posición arbitraria hasta de querer sacar a Domínguez Trujillo del templo de la institución religiosa a la que pertenece por medio del bautismo, demuestra la desesperación que tienen los altos dirigentes de ese partido que se perfila perdedor de las elecciones. Su derrota que los sacará del poder.