Las fuerzas de seguridad de Túnez desarticularon el miércoles una célula terrorista en la localidad de Birine, situada al sur de la capital, Túnez, deteniendo a dos de sus tres integrantes, según ha informado este jueves el Ministerio del Interior.
En su comunicado, recogido por la agencia estatal tunecina de noticias, TAP, el ministerio ha indicado que la operación se saldó con la incautación de uniformes militares, teléfonos móviles y ordenadores.
Asimismo, ha señalado que un hombre de 24 años fue detenido en Susa, capital de la provincia homónima (norte), por su presunta pertenencia al grupo yihadista Estado Islámico.
El ministerio ha indicado que, durante el interrogatorio, el detenido afirmó que «Túnez es la tierra de la yihad» y que «los extranjeros son descreídos que deben ser asesinados».
El presidente del país, Beyi Caid Essebsi, prorrogó en junio otros cuatro meses el estado de emergencia decretado en Túnez. El estado de emergencia da poderes excepcionales a las fuerzas de seguridad, permitiendo, entre otras cosas, limitar el movimiento de la población o prohibir manifestaciones o huelgas susceptibles de derivar en desórdenes.
Pese a que está considerada como una medida excepcional, Túnez ha estado bajo el estado de emergencia durante tres años y medio desde el derrocamiento de Zine el Abidine ben Alí en enero de 2011.
Desde el levantamiento popular de 2011 contra Ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para las autoridades.
Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría Libia como paso intermedio.