Leonel Fernández, el necesario Mea Culpa o la incapacidad de sus detractores

leonel fernEs injusto hacer leña del árbol caído, como ahora el caído quiere hacer añicos al actual gobernante, a sabiendas que de un lado y otro, no es más que son temas de campaña política que cuando salga un nuevo presidente, caerán en el limbo hasta 4 años mas, en la noria de la democracia fundida en acusaciones que a pocos interesan las respuestas.

Hoy, vemos un presidente que no puede justificar las «vacas sagradas» que o han sobrevivido e incluso permanecen activas dentro del Gobierno sin la debida medida similar a las aplicadas contra otros, como aparece Leonel Fernández como salido de una lavadora que quitó los pendientes sólo con cambiar el color de su partido.

San Souci, Tucanos, Sun Land, las 3 Torres de la Vergüenza y otras posibles faltas de Leonel, «corren» aburridamente recicladas, sólo en campaña, por la incapacidad o la falta de voluntad de sus adversarios en construir «expedientes» más allá que salir como papagayos a repetir el «supuesto», que no han podido demostrar y peor, que no les interesa hacerlo, pues todos los «negocios» tienden a ser mixtos y algunos acusadores podrían terminar acusados, nadie sabe que sabor trae la olla, si más sal o menos sal.

Leonel tiene un liderazgo sólido y casi fanático, logró incluso dejar detrás muchos supuestos delitos en el «viejo» partido y apostar por el voto castigo, en un período post pandemia donde gobierna un partido, que en ocasiones demuestra el caos interno y que posee «castas» no interesadas en la reelección del actual incumbente, facilitando el camino al no renovado 3 veces presidente.

En la apuesta de Leonel no parece dar explicaciones a los que solo salen cada cuatro años a pedírselas, ese segmento no votó por él y no lo hará ahora, aunque se arrastre y explique, pues vendrán el «claro, lo dice ahora, pero por qué no lo dijo antes»?.

Cada candidato posee luces y sombras, aciertos y desaciertos, cuentos de panes y peces, conviviendo con diabluras que prefieren no comentar y que nadie se acuerde.

Un Quirino que aparece siempre en año electoral, ya no mete miedo, ayuda incluso a demostrar que «aquello» fue campaña, mientras Leonel se sonríe y planifica su lucha conociendo que será tendencia negativa como hace 4 años y sólo queda combinar las que pueda crear positiva.

Se vota por el mejor o por el menos malo, los pueblos, incluso, se equivocan.

Ojalá incluso, que el tema Sun Land, las Torres de la Luperon, San Souci y otros tópicos sean sometidos un día a una Comisión de la Verdad que desmitifique que en el período 1996-2000 no se vendieron las empresas del estado, demostrar la diferencia entre venta y capitalización.

En campaña el foco es importante y nunca hay que entretenerse en los golondrinos que llegan a vociferar sólo cada cuatro años, repitiendo justo lo que gritaron hace 4 anteriores.

@Fdo_Buitrago

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