Ley DNI, el 11 de Septiembre y loa hipócritas locales.

Los hipócritas locales se inquietan cuando las fronteras se abren; los más extremistas advierten sobre posibles células terroristas en el país. Sin embargo, cuando surge la obligación legal de votar por los representantes del pueblo, una ley que garantice procesos de investigación, entonces se llenan de alarma.

Estos mismos hipócritas, algunos de los cuales están arraigados en los medios de comunicación, temen perder la visa de un país que, después de sufrir atentados, promulgó la Ley Patriota. Porque cuando la amenaza toca a tu puerta, la democracia puede volverse frágil como el papel.

Ley DNI el 11 de Septiembre y loa hipócritas locales

Sí, el autoritarismo es una amenaza, pero se aplaude cuando ese mismo poder «individual» y abusivo castiga a un delincuente. Se sigue con entusiasmo las cacerías de criminales declarados, como si fuera un reality, esperando que los «cazan» para así poder «celebrar»… a los presos, aunque eso «luzca feo».

Se criticó mucho a los países que, en aras de su seguridad interna, aplican leyes extremas. Sin embargo, si nos descuidamos y somos atacados, entonces se critica al gobierno. A veces, no se cuentan con las herramientas jurídicas necesarias para actuar.

Los hipócritas locales, la mayoría impulsados por la ignorancia y la militancia partidista, son los que critican proyectos de ley sin leerlos, ya que son incapaces de entender que existe desde hace tiempo la Ley DNI. Desde las redes sociales, los organismos de seguridad «hegemónicos» investigan hasta la hora en que acostumbras a ir al baño. Pero como son ellos, los rubios, los imperios, entonces sí… hipócritas.

En un mundo donde los drones cargados de explosivos son moneda corriente, con fronteras abiertas y la estupidez de no aprender el «lenguaje» de las pandillas del país vecino incrustada, cuando la realidad es que el «mundo está en guerra» y los cárteles de drogas someten a gobiernos, los hipócritas locales, los mismos que se exhiben desnudos con selfies en las redes sociales, con el bluetooth abierto, la ubicación activa y el wifi con la contraseña tipo «fecha de nacimiento» o el nombre del perro, se preocupan por una ley que nos protege.

Al menos podríamos empezar por ser menos hipócritas.

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