La ciudad californiana elimina la imagen del descubridor después de haber suprimido también la fiesta del Día de Colón
La estatua de Cristóbal Colón en el centro de Los Ángeles fue retirada este sábado por la mañana, rodeada de teléfonos para inmortalizar un acto con el que la ciudad pretende sacudirse la vergüenza de honrar al marino genovés. Alrededor de 100 personas acudieron a ver el acto, según Mitch O’Farrell, el concejal de la ciudad que ha liderado una verdadera cruzada contra los símbolos de la conquista española de la antigua Alta California.
La retirada de la estatua fue aprobada por el condado de Los Ángeles, que gestiona el parque. La supervisora del condado Hilda Solís dijo en el acto que “la estatua de Cristóbal Colón reescribe un capítulo manchado de la historia que da una visión romántica de la expansión de los
imperios europeos y la explotación de los recursos naturales y los seres humanos”, según la citó NBC. Con la retirada de la estatua, “empezamos un nuevo capítulo en nuestra historia en el que aprendemos de los errores del pasado para que no estemos condenados a repetirlos”.
La escultura era una pequeña efigie de Colón colocada en 1973. Fue un regalo a la ciudad de una asociación de italianos en el sur de California. Estaba condenada desde que el año pasado saltó al plano institucional un movimiento de revisión del pasado español de Estados Unidos que afecta a figuras como Colón o el santo español Junípero Serra, que evangelizó California a finales del siglo XVIII. Grupos de indígenas llevan años protestando por la celebración de este pasado, que consideran el principio de un genocidio masivo que acabó con su modo de vida.
En agosto de 2017, el concejal O’Farrell, que desciende de la tribu Wyandotte de Oklahoma, llevó esas reivindicaciones al plano institucional y logró que el Ayuntamiento de Los Ángeles aprobara cambiar el nombre a la fiesta del Día de Cristóbal Colón, una fiesta federal que se celebra desde 1937 el segundo lunes de octubre. Ahora, en Los Ángeles se conmemora el “día de los pueblos indígenas, aborígenes y nativos”. La primera celebración sin Colón fue el pasado octubre.
“Este es un paso natural en la eliminación del falso relato de que Cristóbal Colón descubrió América”, dijo O’Farrell citado por la NBC local. “Colón en persona fue responsable de atrocidades y sus actos pusieron en marcha el mayor genocidio de la historia. Su imagen no debería ser celebrada en ningún sitio”.
Solo el concejal de origen italiano Joe Buscaino ha intentado poner matices a esta revisión total de la herencia española en California. Buscaino expresó sus reservas durante el voto de 2017 y propuso que el día de Colón se siguiera celebrando en otra fecha, de forma que fuera compatible que la comunidad italiana celebrara su historia y los indígenas la suya. A O’Farrell y los grupos indígenas que le apoyan les pareció innegociable. De hecho, el concejal no considera que baste con quitar los símbolos. Su jefe de gabinete decía esta semana a Los Angeles Magazine que el proceso debe seguir hasta la disociación completa de la ciudad de la conquista española.
La figura de Cristóbal Colón también estuvo a punto de desaparecer de uno de los lugares más prominentes que ocupa en Estados Unidos, en el centro de Nueva York. La ciudad estudió durante tres meses retirar la estatua hasta que decidió dejarla en su sitio.
La revisión de la historia española en California cobró fuerza en los medios durante la visita del papa Francisco a Estados Unidos en 2015, cuando anunció la canonización de Serra. Las estatuas del fraile mallorquín en California comenzaron a aparecer manchadas de rojo y vandalizadas. Un senador estatal de California propuso cambiar la estatua de Serra que hay en el Capitolio de Washington representando al Estado, aunque finalmente no salió adelante. El pasado septiembre, la Universidad de Stanford, cuyo campus está inspirado por las misiones españolas en California, aprobó retirar el nombre de Serra de calles y edificios del campus.
El emblema oficial de la ciudad de Los Ángeles está dividido en cuatro partes. Una de ellas es la bandera de Estados Unidos; otra la bandera del oso de California; en otra aparecen el águila y la serpiente sobre un nopal, símbolo de México; y en la parte inferior derecha aparece el escudo de Castilla y León. O’Farrell no ha propuesto aún cambiar la heráldica de la ciudad. Tampoco consta una propuesta para cambiar el sello del condado, en el que aparece una carabela y una misión, entre otros símbolos de la historia de California.