Adoptar dietas más saludables, reducir el despilfarro de alimentos y utilizar biomateriales alternativos al plástico pueden suponer una reducción del 3,5 % de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
El panel de expertos de Naciones Unidas cifra el ahorro de emisiones que se puede lograr con estas prácticas en torno a los 2,1 gigatones de dióxido de carbono de los 59 gigatones emitidos en total por el ser humano en 2019, de acuerdo con un informe que ha presentado este lunes.
Naciones Unidas recomienda en este sentido dietas más equilibradas que se basen en alimentos alternativos al arroz y el trigo, así como legumbres, frutas, vegetales, frutos secos o semillas.
En cuanto a los alimentos de origen animal, el informe no los excluye, pero siempre que «sean producidos en sistemas resilientes, sostenibles y bajos en emisiones de efecto invernadero».
«Las decisiones que tomemos hoy pueden garantizar un futuro mejor, tenemos las herramientas y los conocimientos para limitar el calentamiento global», destacó en la presentación del informe el presidente de IPCC, el surcoreano Hoesung Lee.
El IPCC subraya, no obstante, que los cambios que deba acometer el sector agrícola y forestal, que suponen alrededor del 22 % de las emisiones globales, no pueden compensar los retrasos en la reducción de emisiones en otros sectores con mayor impacto, como el energético o el industrial.
El informe es el tercero de una serie iniciada el pasado mes de agosto con un documento que mostraba las bases científicas del calentamiento global, y que continuó en febrero con otro que revelaba el grave impacto del cambio climático en el ser humano y en la biodiversidad. EFEverde