«La regeneración parece ser el estado predeterminado, y la pérdida de esa capacidad se produjo en múltiples puntos del árbol evolutivo», explica el neurocientífico de la Universidad Johns Hopkins Seth Blackshaw.
RUSIA.- Los daños en la retina del ojo son responsables de la pérdida de vista en los humanos. Esta parte del globo ocular es uno de los pocos tejidos que no podemos volver a generar. Sin embargo, los peces cebra son capaces de regenerarla.
Lo curioso es que compartimos el 70% de nuestros genes con estos pequeños peces, y los científicos acaban de descubrir que entre ellos figuran aquellos que otorgan a los peces cebra la capacidad de hacer crecer de nuevo sus retinas.
La retina es la parte de nuestros ojos que reacciona a la luz. Contiene células bastón y cono, así como neuronas y sinapsis que transmiten la información de la luz recibida a nuestros cerebros.
La retina se forma a partir del tejido cerebral y es una parte de nuestro sistema neural central.
Las células gliales de Muller también forman parte de este tejido; limpian los neurotransmisores y otros desechos, almacenan moléculas importantes, proporcionan apoyo físico y piden ayuda externa al sistema inmunológico cuando es necesario. En algunos peces y reptiles, estas células también regeneran las neuronas, pero no en los mamíferos.
El científico Thanh Hoang de la Johns Hopkins y sus colegas han observado cómo estas células responden después de una lesión en peces cebra, polluelos y ratones. En las tres especies, las células inmunes se pusieron a limpiar el tejido dañado y luchar contra los posibles invasores. Pero el proceso se detenía en los ratones e impedía que se transformaran en células de la retina.
Los investigadores también se dieron cuenta de que las células de Muller de las tres especies dejaban de producir el factor nuclear I —una proteína que impide que la célula acceda a los fragmentos de ADN— después de una lesión en la retina, desactivando así los genes. Pero en los ratones, esta proteína comenzaba a aparecer de nuevo bastante pronto.
«Nuestra investigación en general indica que el potencial de regeneración está ahí en los mamíferos, incluyendo a los humanos, pero que cierta presión evolutiva lo ha desactivado», explicó Blackshaw.
El equipo sospecha que la pérdida de esta capacidad puede estar relacionada con un compromiso entre la regeneración de las células del sistema nervioso central y la resistencia a los parásitos. Las células gliales ayudan a restringir la propagación de las infecciones, y, si se convierten en células productoras de neuronas, no pueden hacerlo.
«Sabemos que ciertos virus, bacterias e incluso parásitos pueden infectar el cerebro. Podría ser desastroso que se permitiera que las células cerebrales infectadas crecieran y propagaran la infección a través del sistema nervioso», destacó Blackshaw.
Los científicos quieren estudiar en detalle el sistema de recuperación de la retina en los animales para saber cómo se puede utilizar para curar la ceguera en los humanos.