«Estamos en Guerra»… esclamó en presidente chileno, cuando un grupo de chilenos en protesta, hicieron estallar la violencia, y de ahi hacia acá, ni el Gobierno se ha recuperado y menos, su credibilidad.
En Chile se alzaron los pobres, clases medias y ricos, salieron todos a protestar, a veces pacíficos, a veces violentos, en otras las marchas pacificas terminaban siendo atacadas por los carabineros para los que reprimir está en su propia naturaleza.
En República Dominicana, las protestas masivas, a traves de pacíficos cacerolazos o concentraciones en la Plaza de la Bandera, protestas de diversas índoles, no han sido entendido por los gobernantes y creen que se trata de una trama netamente política de una oposición que, para colmos, ha sido su cómplice de ellos en su camino del poder.
La incapacidad de entender el contexto político actual, los lanzan a seleccionar vicepresidente a destiempo, a encerrar en prisión a un técnico que nada tiene que ver con el proceso y otras acciones fallidas más.
No entienden, que la obra de gobierno puede ser, en efecto, buena, pero la obra de la creación de ciudadania ha fallado, la corrupción galopante y bochornosa, el enrostrar riqueza mal habida, la creciente impunidad sin límites, la inequidad, los pendientes eternos, termina corroendo la sociedad, van acomulándose en una población cada vez más concientizada y más conectada entre si y con el mundo.
Los «piñeras» dominicanos también están en la oposición, que entienden que este tema es «contra el gobierno»… y no saben que ellos, solo, están en listas de espera… los pueblos no perdonan.
Precedido por el abucheo a Camacho en la «pelota», lo gritado contra Karin… «se ha burlado de este pueblo» … a un personaje que viraliza la burla, la obstentación, la dádiva, debería ser la lección que los que participan en política deberían tomar, pero nadie escarmientan por cabeza ajena… dejaron que el tsunami llegara, estaban hace rato en invierno y esta vez no pudieron detener la Primavera Dominicana.
Lo peor, es que aun así, no entienden el momento histórico, no lo entienden, estos «piñeras dominicanos».