Para sorpresa de los investigadores, los fósiles del reptil marino fueron encontrados en rocas supuestamente demasiado antiguas para esta especie y presentaban algunos rasgos inesperados.
Un grupo de paleontólogos suecos y noruegos ha descubierto en la remota isla ártica de Spitsbergen restos del ictiosaurio más antiguo conocido hasta la fecha, lo que obliga a los científicos a replantearse la arraigada teoría sobre la evolución de estos reptiles marinos. Los resultados de su estudio fueron publicados este lunes en la revista Current Biology.
Hasta ahora se pensaba que los antepasados de estos reptiles marinos se adentraron por primera vez en mar abierto tras la extinción en masa del Pérmico final, también conocida informalmente como la Gran Mortandad, que devastó los ecosistemas marinos y marcó el comienzo de la era de los dinosaurios hace casi 252 millones de años.
Con el tiempo, estas especies «convirtieron sus extremidades en aletas, desarrollaron una forma corporal parecida a la de los peces y empezaron a dar a luz a crías vivas, rompiendo su último vínculo con la tierra al no necesitar llegar a tierra para poner huevos», explica el comunicado difundido este martes por la Universidad de Uppsala, en Suecia.
Sin embargo, los fósiles hallados en Spitsbergen durante una expedición en 2014 aportaron nuevos datos inesperados sobre los orígenes de los antiguos reptiles marinos. Se trata de huesos de peces óseos, de «extraños huesos de anfibios con aspecto de cocodrilo», así como de once vértebras articuladas de la cola de un ictiosaurio.
Para sorpresa de los investigadores, los restos fueron encontrados en rocas supuestamente demasiado antiguas para los ictiosaurios y presentaban algunos rasgos distintos a las especias que habitaban el lugar en aquella época.
«En lugar de representar un ejemplo de manual de un antepasado anfibio de ictiosaurio, las vértebras son idénticas a las de ictiosaurios geológicamente mucho más jóvenes y de mayor tamaño, e incluso conservan la microestructura ósea interna que muestra las características adaptativas de crecimiento rápido, metabolismo elevado y un estilo de vida totalmente oceánico», reza el comunicado.
Los investigadores detectaron que la edad de los fósiles es de, aproximadamente, dos millones de años después de la Gran Mortandad, lo que hace retroceder el origen y la diversificación temprana de los ictiosaurios hasta antes del comienzo de la era de los dinosaurios, lo que obliga a revisar la literatura científica al respecto.
«Resulta emocionante que el descubrimiento del ictiosaurio más antiguo reescriba la visión popular de la era de los dinosaurios como el marco temporal de aparición de los principales linajes de reptiles», afirmó Benjamin Kear, del Museo de la Evolución de la Universidad de Uppsala. «Ahora parece que al menos algunos grupos eran anteriores a este intervalo histórico, y que los fósiles de sus antepasados más antiguos aún esperan a ser descubiertos en rocas aún más antiguas de Spitsbergen y de otras partes del mundo», declaró.