Luis Abinader no cederá al chantaje mediatico contra Bartolomé Pujals.

Nunca olvides… van por l cabeza del prójimo hoy, mañana, vendrán a por ti.

Lo que comenzó con una dizque «denuncia» por el alquiler de un edificio, continuó con acusaciones provocadoras e injuriosas de consumo de drogas dentro de la institución que Bartolomé dirige y ha caído en la bajeza de cuestionar una pensión otorgada a la madre de este luego de haber trabajado 45 años en el Estado.

La «calidad» de los «denunciantes» queda, no solo en cuestionamiento por la vehemencia de los ataques, sino que desnuda que es una campaña emprendida por grupos de poder que han convergido en el objetivo de que, o bien Bartolomé abandone el Estado, o que el presidente caiga en el error de ceder y destituirlo, pues, al final, van a por su cabeza también; son los mismos que a él también desprecian.

Los ataques superan lo humanamente posible, en calidad y tiempo, cambiando a la matriz del por qué Luis «le protege», sin que hasta ahora surgieran pruebas de que el incumbente de la OPTIC desnude más allá de su ego muy personal, su pasado como Marcha Verde seguro un poco irresponsable a la hora de juzgar a los demás y su mal manejo mediático de esta crisis, temas de dolo y otras acciones reprochables y condenables en el ejercicio del poder.

Si Luis cede ante el evidente chantaje que desde medios conocidos e incluso, irresponsables y «bocones» entes a la hora de denunciar, pero que se han ganado, como antaño, seguidores a costa de señalar a otros, el presidente estaría dando continuidad a, seguro, algunas acciones y decisiones de él mismo cometió antaño contra personas con las cuales debió tener más cuidado ante «hacerlas renunciar», porque les afectó en lo personal y lo profesional, dada por la ingenuidad con que el él mismo entró a ejercer de primer mandatario, sin entender que los medios mercenarios son prostitutas de la comunicación y harán todo lo posible por recibir dinero, sea del Estado o de grupos de poder que les pagan para hacer implosionar funcionarios o gobiernos.

A estas alturas, incluso, el presidente debe tener información sobre el eventual y posible origen de fondos, si es que, como todo parece indicar, es una campaña para salir de Bartolomé Pujals y, quién sabe, «asaltar la OPTIC», institución importante no solo para el funcionamiento digital del Estado, sino por temas de alta seguridad del gobierno y del país.

Los «denunciantes» podrían arremeter más profundo. Uno de ellos dijo ya que tiene como objetivo sacar al PRM del poder, demostrando que no solo les bastará «denunciar» o comunicar, sino que son entes que se creen destinados a cambiar el destino político y social del país… desde los medios y las redes, algo muy peligroso.

Hoy apuntan a Bartolomé y al presidente por carambola, pero esto no es más que el muro que les pudiera detener en su camino de chantaje que incluye, quién sabe, hasta el asalto mediático del poder político por ellos o por los grupos que eventualmente estarían financiándoles, posiblemente dentro del PRM o desde fuera, qué más da.

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