En el contexto de la contienda electoral recién concluida, el presidente Luis Abinader se enfrenta a desafíos significativos que podrían poner en tela de juicio su camino hacia la reelección. A pesar de ser la figura central de su partido, el proceso electoral estuvo marcado por prácticas cuestionables, como el uso desmedido de recursos y la compra descarada de votos. La transparencia, un pilar fundamental de la democracia, se vio comprometida, generando dudas sobre la legitimidad del proceso.
La Junta Central Electoral, encargada de garantizar la imparcialidad y legalidad de las elecciones, se vio en entredicho por su aparente falta de contundencia frente a las irregularidades. La sociedad observa con preocupación la persistencia de vicios electorales que, lejos de disminuir, parecen intensificarse en cada proceso, erosionando la confianza ciudadana en las instituciones democráticas.
El uso indiscriminado de los recursos del Estado con fines electorales y la ejecución descarada de prácticas clientelistas han generado una percepción negativa en la ciudadanía. La compra de votos, un fenómeno recurrente, socava la esencia misma de la democracia, al relegar la voluntad popular a intereses particulares. Esta realidad plantea interrogantes sobre la salud de la democracia en el país.
El presidente Abinader se encuentra en una encrucijada, ya que su aspiración a la reelección se ve afectada por la sombra de un proceso electoral cuestionado. Para preservar su legado y consolidar su liderazgo, es imperativo que distancie su figura de prácticas poco éticas y promueva la transparencia en el sistema. Solo así podrá construir una base sólida de confianza ciudadana y contribuir a fortalecer la democracia en la República Dominicana.
La necesidad de reformas electorales se hace evidente, ya que el país no puede permitirse ciclos electorales marcados por irregularidades y falta de transparencia. La reelección del presidente Abinader, en este contexto, debe aspirar a ser un referente de integridad y respeto a las normas, superando los obstáculos que amenazan con socavar la confianza en el sistema democrático del país.