Todos tenemos miedo al fracaso.
Luis Abinader había convocado a su militancia a las primeras Marchas Verdes sin que su figura no despuntara como el «principal» en esa coyuntura.
Sin embargo, sorprende a todos con un anuncio de que marcharían en contra de una eventual reforma a la constitución, pasando por encima a su inmóvil partido que no acaba de nacer, a sabiendas que para que el PRM oficial tome alguna posición en el actual contexto, hay que «convencer» incluso, a quien es claro, no quieren ser convencidos.
Carolina, en una pose casi molesta, aclara lo mismo que paliza, que nadie está por encima del PRM y que este, no ha tomado posición pero a Luis ya eso no le importaba.
Quedaba ver si tenia la capacidad movilizativa y aunque comete el gran error de leer el discurso, que lo minimiza, la algarabia tapó el error y lo disparó al punto que se creía llegara.
Hoy, el PRM esta virtualmente dividido, digan lo que digan sus dirigentes o sus candidatos a presidente pues, o se está a favor de que Danilo se quede o se manda a sentar a quien puede tener todos el poder del mundo para imponerse y deja que las elecciones saquen a quien gane.
Luis jugó y le salio bien, dejó a la defensiva a los ipolitistas que no han encontrado justificación para disminuirlo.. se la jugo y, al menos este round, lo ganó.