Desde los tiempos más remotos de la historia del ser humano, estos siempre han «linchado», por una causa u otra, a sus semejantes, por delitos pero muchas veces tambien, por presuntos delitos no probados.
Los linchamientos masivos, promovidos y/o ejecutado por masas enardecidas que quieren aplicar «justicia», pasan a ser la forma más promitiva de aplicar esta.
Las sociedades han avanzado y aunque hoy tenemos guerras los hombres al menos encuentran espacios para dialogar… así también los estados de derechos avanzan y los ciudadanos han encontrado la forma de aplicar la tan anhelada «justicia», que no sea invocando al gran Salomón.
Marlin, está libre. Su delito no fue matar, su delito tampoco fue incitar a matar, su delito fue de ocultamiento, cómplice, y esto, aun las «turbas» pidan muchos años de carcel, la justicia de los hombres, escrita, lo tiene perfectamente tipificado, guste o no, se esté de acuerdo o no.
A la madre del matador no le han regalado nada, solo le aplicaron la pena que merecía, según el delito cometido, nada más.
Antes las masas linchaban, ahora, se usan los mismos métodos pero usando las redes sociales y en ambos, la falta de raciocinio permiten lapidar al más santo y liberar al peor culpable.
Aunque no siempre estemos de acuerdo con las sentencias, los seres humanos que sabemos leer y escribir, debemos pedir que: la Justicia Escrita, esa que dicen LA JUSTICIA ES DURA PERO ES LA JUSTICIA, sea la que mande.