Millones de mascarillas usadas llegan a los basureros; otras van a parar a las calles, ríos, cañadas y el mar
La pandemia del COVID-19, que además de causar la muerte de 1,700,000 personas en todo el mundo y más de 81,000,000 de afectados, ha generado el surgimiento de una nueva basura: la mascarilla, que por ser un artículo de uso generalizado no solo tiene impacto positivo y negativo en la salud de la gente, sino también en el medio ambiente.
Este dispositivo, elaborado con materiales diversos, ha sido indispensable para evitar el contagio del virus, pero también es un factor de contaminación y transmisión de otras enfermedades de tipo infecciosa, bacteriana, de acuerdo con expertos en salud humana.
La mascarilla era casi de uso exclusivo en los centros de salud y su producción era limitada, pero con la llegada del coronavirus su consumo se generalizó, pues todo ciudadano del mundo debe usar por lo menos una al día.
Una persona que utilice una mascarilla diaria, al año estaría generando 365 y si se multiplica por 10 millones de dominicanos sumarían 3,650,000,000 de mascarillas que van a parar a los basureros. Esto sin contar los extranjeros y en algunos casos las reciclables.