Al menos una veintena de mujeres y niños rohingyas que huían de la violencia en el estado de Rakáin, en el oeste de Birmania, murieron al tratar de cruzar el río que hace de frontera natural entre ese país y Bangladesh, informaron este jueves a Efe fuentes oficiales.
«La gente local y nuestras fuerzas recuperaron hoy veinte cadáveres del río cerca de Shah Parir Dwip, algunos rohinyás que están en Bangladesh los identificaron como parte de su comunidad», indicó el jefe de la Guardia de Fronteras de Bangladesh en la zona de Teknaf, teniente coronel Ariful Islam. Según la fuente, doce de los fallecidos eran niños y los ocho restantes, mujeres.
Islam detalló que sospechan que las víctimas perecieron cuando trataban de entrar al país vecino, pero afirmó desconocer si viajaban en una o varias embarcaciones.
La nueva oleada de violencia que afecta a los rohingyas en Rakáin ha causado alrededor de 110 muertos desde el pasado día 25, cuando el llamado Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) lanzó una serie de ataques contra puestos policiales y militares en la zona. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el organismo de la ONU para la migración, estima que unos 18.000 rohinyás han huido a Bangladesh desde entonces.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha solicitado a Bangladesh que abra sus fronteras a los rohinyás, a los que han acogido durante décadas, y a donde habían cruzado ya alrededor de 85.000 miembros desde octubre de 2016, cuando otro ataque de rebeldes desencadenó una fuerte represión. Sin embargo, Dacca sigue obligando a retroceder a los que intentan cruzar la frontera.
Más de un millón de rohinyás viven en Rakáin, donde sufren una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012 que causó al menos 160 muertos y dejó a unos 120.000 de ellos confinados en 67 campos de desplazados.