Habitantes de la comunidad Los Negro, en Puerto Viejo, provincia de Azua, al Sur de República Dominicana, pescadores representantes de organizaciones comunitarias y ambientales y otros, denuncian el grado de contaminación que provoca en la zona la barcaza Karpowership que la semana pasada derramó cientos de galones de combustibles al mar.
Señalan que ya antes con otras plantas instaladas en el litoral, la vida se había tornado muy difícil en las localidades vecinas, pero la Barcaza llegó para dar la estocada mortal a los humanos y al ecosistema costero y marino.
Antonio Segura, director del Distrito Municipal de Puerto Viejo, en la provincia de Azua, admite que en la localidad se produjeron protestas en contra de la instalación de la barcaza. Sin embargo, la falta de consenso entre todos los sectores provocó que esta se impusiera.
Señala que además, durante el proceso de lucha se introdujeron algunos elementos de carácter políticos que evitaron el consenso colectivo lo que se aprovechó para instalar la planta.
Falta vigilancia
El ejecutivo municipal dijo desconocer si el derrame de combustibles provocó daños al ecosistema costero marino, como han denunciado ambientalistas.
Sugiere a Medio Ambiente y otros organismos del Estado, una vigilancia constante en la zona, porque ahí funcionan otras empresas como Opuvisa, una terminar de la Refinería Dominicana de Petróleo (REFIDOMSA), La planta Generadora LEAR INVESTMENT, La Monte Río Power, pero también descargan Clínker, producto granulado obtenido por calcinación de caliza y arcilla, y utilizado en la fabricación de cementos.
“Entonces, tienen las autoridades de Medio Ambiente y de los organismos correspondientes dar seguimiento a todo el movimiento en esta zona, porque son empresas que contaminan”, precisa.
Por su lado, Juan Adalberto Beltré, de la Organización Anti Barcaza y Defensora del Medio Ambiente, denunció además la contaminación que provocan las descargas de Klínker por el puerto para abastecer la fábrica de Cemento Santo Domingo que funciona en Azua.
Dijo que mientras los barcos descargan ese material las partículas arropan toda la comunidad, contaminando no solamente a los humanos que habitan la zona sino también el sistema costero marino, como manglares.
Se agrava situación
Indica que desde 2003 la planta Monte Río Power, que produce 100 mega, está causando graves daños ambientales en la zona, agravado ahora con la Barcaza Karpowership, que han sacado el turismo no solamente de Los Negro, sino de la provincia.
Recuerda que hace tres meses se produjo la muerte masiva de peces, lo que atribuyó a explosiones en la barcaza, pero que el derrame de combustible del pasado jueves le puso la tapa al pomo en materia de contaminación.
Citó la muerte de todas las especies del litoral marino de Pueblo Viejo, Caobita, los proyectos B1 Ganadero, proyecto 2C, comunidad Los Negro, eminentemente agrícola y pesquera.
Se confabulan
Acusa de contubernio con las autoridades de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el alcalde del municipio de Azua, así como el director del Distrito Pueblo Nuevo, quienes otorgaron permisos de no objeción para las instalaciones de torres, sin vista pública para el proyecto de la Barcaza en Los Negro.
Precisa que tanto la Monte Río Power como la Barcaza utilizan como combustible el famoso Búnker C, un combustible altamente contaminante que normalmente proviene de la primera etapa del proceso de refinación (destilación atmosférica), viscoso y con alto contenido energético, lo cual lo hace apto para ser usado en calderas, hornos y para las plantas de generación eléctrica.
“Es un desecho de petróleo que lo que hace es lanzar al medio ambiente un veneno que está acabando con la salud de la población de todas estas comunidades, con el valle agrícola y el potencial turístico y pesquero de esta zona”, apunta Beltré.
Los pescadores Julito, Diana Pérez, Robert Guzmán, están con el grito al cielo porque con más de 50 años que llevan viviendo de esa labor nunca habían entrado en una crisis como la actual, debido a la contaminación.
Deploran que los turistas hayan dejado de visitar la playa, por tanto, no hay quienes compren los productos que obtienen del mar porque la gente teme terminar intoxicada.
Hasta hace unos meses, narra, la gente visitaba la playa y hervía el pescado con la misma agua del mar, pero ya es imposible.