¿ Noticia Falsa ? ¿ y el medio ?

fake diputados

Durante semanas se ha visto que el webpage SomosPueblo.com viene publicando presuntas «denuncias» de personas que sobran en el gobierno, como si fuera delito, sin especificar que sea por el tipo de trabajo o no.

Hemos visto familiares incluso de tercer grado, pero vinculados a algún dirigente del partido gobernante, ser «denunciado» que se gana la vida en el tren estatal.

Es cierto, si, que algunos de ellos podrían ser botellas, es cierto también que este gobierno convirtió en pasarela algunos departamentos de instituciones para colocar allí a bien hermosas pero no calificadas damas… todo eso es cierto, aun cuando su cantidad es ínfima, se ha notado demasiado.

En el gobierno, las cuotas de dirigentes, sea cual sea la institución, se cumple, por lo que es normal ver a familiares, esposas, hijos… si al final al gobierno se sube para «poner a los mios».

Todo tiene su límite y si bien es cierto que las instituciones están plagadas de irregularidades, también es cierto que la casería de brujas, desde el anónimo, es un acto de plena cobardía. La página no posee un teléfono, una dirección, nada, absolutamente nada que diga quien, desde una gallarda posición, se la esta jugando sino que es una especie de «anonimus» dominicano.

Somos Pueblo

SomosPueblo.com hoy escandaliza al partido que hasta ahora se ha beneficado con sus publicaciones al dizque denunciar, otra vez, sin prueba alguna, a una serie de diputados que hasta hoy, defienden su inocencia.

Independientemente que se espere que algún que otro diputado se deje «convencer» del actual hombre del maletín para un proyecto x, en este caso el alegado intento de corrupción ligado a la reelección, surge el custionamiento… ¿cuál es el próximo paso, esta vez desde el la llamada oposición?

Durante meses, la oposición se sirvió con cuchara grande de los anónimos de esta página, hoy, son las presuntas victimas.

Hoy, la oposicion tiene toda la culpa que este verdugo posea la necesaria credibilidad para ponerlos en dudas y arrastrar, con contenidos sin comprobaciones, el alegado honor de algun que otro diputado preferido.

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