Un mes después de la matanza en el instituto de Parkland, el espíritu estudiantil para combatir la permisividad oficial con las armas de fuego no ha decaído. Decenas de miles de estudiantes, procedentes de 3.000 colegios de todo el país, respondieron a la llamada de sus compañeros de Florida y recorrieron las calles de sus ciudades para exigir una legislación más restrictiva. Con la seguridad en sus centros educativos como principal reclamo y con un especial recuerdo hacia las víctimas del 14 de febrero, a las diez en punto, hora del trágico suceso, los jóvenes alumnos ofrecieron su homenaje en silencio durante diecisiete minutos, uno por cada víctima mortal.
Las manifestaciones tuvieron lugar después de que el espontáneo movimiento surgido del tiroteo que ha sacudido el país entero lograra una primera respuesta en su estado. Florida decidió recientemente extremar las medidas de revisión previa del historial de los compradores, así como
elevar de 18 a 21 años la edad mínima para comprar rifles semiautomáticos, como el que utilizó Nikolas Cruz para sembrar de cadáveres el Marjory Stoneman Douglas High School. Precisamente, Donald Trump ha renunciado recientemente a esta exigencia inicial, a la que se opone también la Asociación Nacional del Rifle, lo que le valió ayer las críticas estudiantiles. En muchas de las numerosas marchas, se pudieron escuchar gritos contra ambos.
En Washington, la totalidad de los congresistas demócratas se sumó a la concentración de los jóvenes en torno al Capitolio, donde se negocian actualmente varias reformas legales.