1.- A ningún gobernante dominicano le queda bien sumarse a la intromisión de los Estados Unidos, en los asuntos internos de otros países, como acaba de ocurrir ahora reclamando elecciones en Venezuela.
2.- La intervención la lleva a cabo el imperio por medios económicos, políticos y militares; la intromisión no se justifica bajo ningún concepto o argumento. Nuestro país fue objeto de la presencia militar en abril de1965.
3.- El seguidismo del país a la injerencia ejecutada por la administración norteamericana, nos reduce como nación libre, independiente y soberana. Nos coloca como incondicionales, epígonos de la desvergonzada actitud de los arrastrados de la diplomacia miserable.
4.- Resulta penoso el proceder indigno y de pura desfachatez, demostrado por gobiernos cuyos pueblos han sido humillados en forma bochornosa por el imperio norteamericano, como ha sido el caso dominicano. La falta de decoro, la ausencia de respetabilidad hace posible llegar a hacerle coro al imperio contra la República Bolivariana de Venezuela y su legítimo gobierno de Nicolás Maduro Moro.
5.- Es de esperar que lo que todavía sirve en el seno del pueblo dominicano, rechace la sumisión del gobierno dominicano a la política de intervención de los estados unidos contra Venezuela.
Santiago de los Caballeros,
16 de agosto 2020.