Graduados, a veces con varias carreras, amplio vocabulario, capacidad de convencimiento, palabras rebuscadas, añaden estrofas de famosos y citas de la literatura universal, van, periodo a periodo, cuan abejas de flor en flor, «convenciendo» que son la mejor opción de invertir ese dinero que las instituciones tienen planificado invertir en prensa, mercadeo y otros servicios similares.
No lo parece, pero se basan en la wikipedia, leen solo titulares y en el desenfreno platican cuan experto, convenciendo hasta a Dios si es posible, siempre y cuando el cheque salga a su nombre…
Resultados casi nulos, hoy son de uno mañana del contrario, su discurso muta cual camaleón según los vientos políticos auguren, apuestan como a caballos a un posible ganador y si este fracasa pues… lo lamentamos… hora de vender servicios al del pódium.
Los funcionarios e influyentes personas desde que reciben una llamada, un correo o un «toque» ya saben serán, como victimas de vampiros, mordidos.
Todos saben quienes son los Pica Pica ilustrados.
Otros pobres gritan con pancartas, llevados en guaguas con un picapollo garantizado y quinientos pesos, pero estos no, estos «Pica Pica» son de varios miles de pesos, incluso dólares, se meten por el hueco de una aguja, no son amigos de nadie, nada más que de su dinero y les importa cero la opinión que el ciudadano común les separe, si el cheque pudo ser cambiado… a tiempo.