Puede colorearse, adornar la propuesta, convencerse de todos las formas posibles y «conocidas» a los congresistas y diputados, pero la propuesta de las Primarias Abiertas es catalogada por todo el militante sea del partido que sea por un método injusto…
Solos los muy fans al presidente tratan de justificar el que cualquiera pueda decidir a lo interno de cada organización a quien llevar a los cargos electivos.
El empeño injustificado del presidente por imponer un nuevo tipo de escogencia a lo interno mantiene a la militancia muy molesta, incluyendo la gran mayoría de los peledeistas.
Es posible, si, que con todo el poder acumulado y dispuesto a usar lo impongan, al fin y al cabo no importa adobar ningún bocado… sin embargo, el costo político es inmenso, saldrá, seguro, más caro que la imposición de la misma reelección.
Imponer por la fuerza, sin consulta, solo por ambiciones políticas, un cambio tan radical que afecta la vida interna de un partido organizado y disciplinado como el PLD puede dar al traste, inevitablemente a la implosión de dicha organización.
El poder es para usarse… siempre y cuando se este de acuerdo en asumir todas las consecuencias derivadas de su uso.
