Daños en la salud de los dominicanos podría provocar el polvo del desierto del Sahara en los próximos días, debido a que las partículas pueden causar infecciones respiratorias, sobre todo a niños y ancianos; gripe, dematitis, alergía, y un intenso calor, advierten expertos en salud.
Neumólogos e infectólogos alertan que habrá graves amenazas para los niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias, presión arterial y del corazón, y peligros para la vida de los animales. Exhortan cubrirse la nariz y los ojos, ingerir abundante agua y consultor al médico ante un síntoma causado por esta tormenta de arena.
El exdirector de Salud Ambiental y espidemiólogo doctor Luis Féliz Roa alertó que la primera manifestación grosera es el calor, y lo segundo son los trastornos respiratorios.
Esto tiene dos peligros, dijo, que hace que el desplazamiento de los huracanes sea más lento, ya que se convierten en una barrera, y porque el polvillo que inhala la población ocasiona trastornos respiratorios, sin que se pueda contener. Recordó a principio de este año una manifestación de este polvillo.
En tanto, la directora del Departamento de Neumóloga del Hospital Juan Bosch, doctora Maribel Jorge, advirtió que el polvo del desierto del Sahara podría causar problemas a la salud de las vías áreas, a las cuales impactará con sus partículas cargadas de bacterias, virus y pesticidas del medio ambiente.
Mientras la neumóloga Stephane Unger indicó que los daños de este polvo consisten en crear una masa que tapona los pulmones y pueden ocasionar fribosis quística.
Expertos amplían. El doctor y catedrático Félix Roa dijo que los tratornos respiratorios son preocupantes con este polvo del Sahara, que se manifiesta dos veces al años en República Dominicana, y “con el que nos hemos acostumbrado a vivir”. Recomienda no exponerse a la inhalación del polvo, que se combina con los cambios bruscos de la temperatura, como consecuencia de los fenómenos hidrometeológicos.
Jorge. La doctora señaló que los daños a las vías respiratorias se deben a que estas no están preparadas para recibir grandes cantidades de partículas, como hierro y plomo, metales pesados que impactan las vías respiratorias, crean crisis asmáticas y afectan a quienes padecen de bronquitis crónica. Aumentan los procesos gripales. Aconsejó a los pacientes con enfermedades respiratorias, mantener inhaladores y no automedicarse. Llamó a tener medidas de higiene extremas, observar a los niños y envejecientes, y tener toallas húmedas para el calor.