¿Por qué Marchena, solo un funcionario, quien ha escenificado las peleas más bajas cuasi a lo chismes de burdel, ahora arremete contra uno de los candidatos presidenciales siguiendo el guión de tratar de darle por donde le pueda doler, por ejemplo, su relación marital?.
Ni los mafiosos se metian con la familia, pues, los buenos peleadores, con nivel, nunca, nunca entran a lo personal.
Marchena, junto a Iris Guaba y hasta el propio Gonzalo Castillo, pasando por Camacho y otros personajes, han sido los principales impulsores de la caida de popularidad de Danilo Medina… hace mucho debieron apartarse o ser aparatados.
A Leonel Fernandez se le pudieran colocar mil criticas en campaña, todas válidas, su paso por el poder no es nada de lo que alguien con mentalidada medianamente de izquierdas pudiera sentirse orgulloso, aquello del New York Chiquito y su silla presidencial transportable… sin embargo, es claro que con los contactos con sus seguidores a través de la red, ha logrado vender un Leonel renovado y la «cátedra» sobre el vertedero revienta los adversarios.
Marchena, un triste y flamante funcionario en retirada, logra manchar su camino con peleas de «greñas» contra quien se manejó con gallardia incluso, en el Quirinazo.
Leonel no le responderá, no se responde cuando hay tanta diferencia de nivel pues, lo que es claro que no importa cuántos cuadros cuelgues en la pared hay quien no logra salir de su entorno.
Parecia que Marchena no «era asi» pero luego de haber escuchado «quiero mi congreso» o «a mi nadie me ayudó en el 2012 a ser presidentes, es posible que en un arrebato de mal ejemplo se contagiara.
Este capítulo, amen de lo bien o mal que pensemos de los políticos debe enseñar a que todas las peleas no se hacen, el no dejarse provocar es una virtud que toda figura pública debe educar para su propio crecimiento personal.
El arrebato de Marchena ha hecho sonreir a algun que otro leonelista por aquello de que «si ladran los perros» pero algo es seguro, Leonel no responderá pues, aunque Hugo Chavez no vive dentro de los «reverentes» del ex-presidiente que por cierto, algunos de ellos, cuestionados y malos ejemplos, seguro Fernandez recuerda aquel episodio donde una pequeña figura fracasada política llamada Maria Corina Marchado ofendió publicamente al presidente venezolano Hugo y este le dijo sonriendo: «no contestaré su ofensa… Aquila no caza moscas».