¿Quién es Estados Unidos para, más allá de tener o no tener relaciones diplomáticas o comerciales con los «gobiernos que no les gustan», se tengan que dar a la tarea de imponer a los «afines» a ellos?
Este es uno de los principales escollos por la mentalidad imperial que diferencia a Estados Unidos de China, Rusia y otros países, que además, no están cargados de hipocresía.
No es posible que hoy estés en contra de Venezuela pero apoyando el genocidio en Gaza, no hay forma de justificar estos vaivenes, ni mantener relaciones con los países del golfo, petroleros, monarquías, y querer que en Venezuela esté el «amigo» tuyo.
Este pensamiento imperial, siempre que el otro sea un país del tercer mundo, continuará alejando a Estados Unidos del Nuevo Mundo, y la designación de Marco Rubio, alguien evidentemente no preparado para la diplomacia y menos, el pragmatismo, debe, en teoría, alejar a la nación norteamericana de los gobiernos y pueblos del sur.
El miedo a sanciones, el temor a ser asesinado por algún agente CIA, podría funcionar un tiempo, pero no todo el tiempo.
Es sabido que con CUBA no han podido por 65 años y Rubio debe querer agudizar el problema, mientras el país caribeño, que ha «enterrado» a N presidentes y cancilleres del norte, caerá, como ya está, en alianzas con el resto del mundo que se oponen a estas formas y, que Estados Unidos, no podrá evitar. tampoco contra Nicaragua y menos, contra Venezuela.
La designación de Marco, si bien era posible, hoy, parece incluso, descabellada pues Trump dice quiere la paz en el mundo pero envía a un «incendiario», con la «boca agresiva», a quien seguro, si se porta como hasta ahora, le cerrarán las llamadas «vías diplomáticas» para entenderse con el resto del mundo.
@Fdo_Buitrago
Fernando Buitrago
13/11/2024
