El Departamento de Estado de los Estados Unidos (por sus siglas en inglés, DOS) y el candidato presidencial Ramfis D. Trujillo han sostenido una reunión de emergencia en Washington D.C para discutir la crisis electoral, social y política de la nación. En el panorama actual donde el gobierno y los políticos tradicionales se disputan el futuro de los dominicanos, el presidente Donald Trump y el Secretario de Estado Mike Pompeo, buscan una solución idónea que sopese los mejores intereses de ambos países.
En general, la investigación empírica y teórica acerca de la intervención electoral de países extranjeros es débil; sin embargo, un número de dichos estudios se han llevado a cabo. Uno de estos indica que los Estados Unidos y Rusia (así como la antigua Unión Soviética) intervinieron en 117 elecciones alrededor del mundo desde 1946 hasta 2018, un promedio de una vez por cada nueve elecciones competitivas. Por ejemplo, algunos países donde se produjo este fenómeno fueron: Chile (1964), Bolivia (2002), Salvador (2018), Brasil (2019) entre otros.
Los gringos tenían en la mira desde hace varios años a dos candidatos potables para reemplazar al presidente Danilo Medina: Luis Abinader, candidato presidencial por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y Ramfis D. Trujillo, candidato presidencial por el Partido Nacional de Voluntad Ciudadana (PNVC).
Estos descartaron la posibilidad de apoyar a Luis Abinader, luego de que este se alió al ex presidente Leonel Fernández quien es parte del mismo problema que representa el gobierno de Medina. Luis no es un garante para poner fin a la corrupción y que luche en contra del narcotráfico internacional y la invasión migratoria haitiana.
La gran potencia anglosajona desde hace años tiene la mira en nuestro país por varias razones:
Primero, los norteamericanos quieren evaluar la intención del (PLD) de iniciar una dictadura de un solo partido, lacerando los derechos democráticos de la sociedad e imponiendo un régimen sobre el pueblo. Segundo, las ramificaciones de ayuda entre el narcotráfico internacional y el gobierno. Tercero, el nivel de endeudamiento del estado que sobrepasa el 41% del Producto Interno Bruto (PIB). Cuarto, la apertura de relaciones económicas entre China y la República Dominicana dejando fuera a los norteamericanos. Finalmente, la inestabilidad social y política con el fallido intento de fraude en las pasadas elecciones municipales el domingo 16 de febrero.
Los anglosajones saben y les preocupa que el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha demostrado en más de 20 años su incapacidad para saldar la deuda acumulada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras entidades financieras por los niveles de corrupción en el país.
Por otro lado, al terminar el año pasado el turismo dominicano registró una baja en el número de visitantes, una situación generada por una crisis reputacional que ni siquiera el aumento en la llegada de los dominicanos no residentes en el país logró revertir. En todo el año llegaron 6, 446,036 turistas, un 1.87 % menos que un año antes. Entre los turistas norteamericanos fallecidos están: enero: Jerry Curran, abril: John Corcoran y Robert Bell Wallace, mayo: Miranda Chau-Werner, Cynthia Day y Nathaniel Holmes, junio: Leila Cox, Joseph Allen y Caroso Vittorio.
El escándalo internacional que ha desarrollado el intento de fraude electoral y la manifestación de los dominicanos tanto en el país como en la diáspora, ha llamado fuertemente la atención del gobierno norteamericano y están sopesando cuál sería su papel en las próximas elecciones de mayo del 2020. También, su interés está en cuáles serán los pasos a seguir por Ramfis D. Trujillo si no se certifica su candidatura presidencial. A los gringos les interesa discutir su real posicionamiento en la preferencia electoral y sus planes en el gobierno. Ramfis D. Trujillo es educado en los Estados Unidos y eso le suma al concebir apoyo de este país. Hay otros sectores internacionales como la comunidad Judía que también está apoyando la candidatura del nieto de Trujillo.
Esta reunión tiene a muchos nerviosos ya que el empuje en la popularidad de la candidatura Ramfis D. Trujillo después de su certificación con la Junta Central Electoral (JCE), será abrumador, aún más con el respaldo incondicional de los americanos. Esta alianza representa los mejores intereses para ambos países, ahora más que nunca nuestro pueblo necesita un presidente no tradicional con ideas nuevas y que genere orden en todos los parámetros del gobierno dominicano.