Terminaban las fallidas elecciones del 2012, donde Hipólito Mejia, después de haber remontado del sótano a convertirse en el preferido había sucumbido frente el dizque tres frentes creados por el PLD con Danilo, Margarita y Leonel y los derroches de recursos recordados.
Eso es lo que se recuerda, sin embargo, se acostumbra decir que Hipólito perdió el día que dijo aquello de que las mujeres de la casa se llevaban el bistec a su casa que parecía más un autogolpe que un exceso de discurso, sobre todo por los tiempos que siguieron a esos tiempos, compadreos incluidos.
Aquella contienda tuvo un capítulo imborrable pero no menos importante y fue la apatía del presidente del partido Miguel Vargas y la concentración de oposición quinta columna llevado por su esposa que con impulso inusual agredió la campaña del candidato de su partido hasta la saciedad, alimentando el monstruo inevitable de la separación para traer a torrentes el próximo capítulo, la división del PRM y el nacimiento del PRM con un coctel de sillas gozando el aire junto a palabras irrepetibles en este «decente» artículo.
Un sector fundamental de aquel PRD quería la cabeza de Vargas Maldonado y este se atrincheró en la «institucionalidad», «el jacho» y la reja de la casa nacional, no dando más oportunidad a la disidencia y cerrando las puertas del diálogo en un momento en que nadie quería ya hacerlo y la división estaba a las puertas.
Aquella vez por no alcanzar el gobierno y esta vez parece por no quererlo retener, es claro que aquellos perredeistas se mudaron para el perremeismo y hoy, sea como sea, los mismos actores provocan al monstruo de la división, arriesgando todo por una competencia interna que incluso, nada cambiaria en el tema de los empleos a la militancia, pero algunos dirigentes ponen primero la satisfacción de su interpretación de los estatutos y la ley aunque el gobierno alcanzado después de 16 años en oposición se vaya por un caño.
Algunos militantes del PRM los ves tan arriesgados a todo con tal de tener razón que nublan los necesarios títulos de muchos o pocos logros de su gobierno en tiempos de pandemia para ser resaltados impetuosamente como un acto de inocente quinta columna que roza la traición.
Es difícil ver como se disparan al pie, como ayer.
El logro del poder pasa a ser el objetivo de cualquier partido y como tal, incluso en la incipiente democracia cuasi partidista y seguro sectaria que prima en el país, hay que lograr ver, desde la vista responsable, que conviene al partido y que conviene al gobierno cuando se tiene pues un paso en falso se puede perder.
Estando fuera del poder no importa si una silla mute a un jet volando o que un disparo roce un rostro e incluso, se detenga en un pie, pero es difícil digerir que existan sectores empeñados en priorizar el conflicto tengan o no tengan la razón sin mirar que de pronto parece que este film lo vio ya la República Dominicana y parece o un mal remake o un inoportuno DeJavu que aunque parezca diferente el guion y los actores un poco más viejos amenaza con tener el mismo final, sin remedio.
@fdo_buitrago
Fernando Buitrago
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