Sin que existan muchos datos al respeto, algunos perremeistas justifican actitudes de quitar a alguien de su empleo como servidor público con la historia de que el PLD reemplazó a todos cuando llegó en el 2004 luego de aquellos años duros del gobierno de Hipólito Mejía.
Desde el 2004 hasta el 2020 pasaron 16 años en que el país no solo reemplazó su constitución en medio del miedo de Leonel Fernández a una constituyente, promesa incumplida, sino que las relaciones internacionales cambiaron, aparecieron nuevas altas cortes que deciden procesos, algunas leyes quedaron caducas y otras, nacieron.
El PRM llega al poder sin muchos cambios en su mentalidad de aquel PRD del 2004 e inmediatamente, como al parecer hicieron los morados cuando regresaron, creyeron que era el momento de sentarse en las sillas aun calientes por sus ocupantes de una continuidad de 16 años en el poder, pero… se equivocaron, el CAMBIO había llegado a la Administración Pública y ellos no se habían enterado.
Hoy, en teoría, para aplicar para un puesto, el que sea, necesitas tener un perfil acorde con la labor que realizas y para vigilar eso hay una institución que además, vela porque determinados puestos técnicos no puedan ser reemplazados sin llevar un proceso necesario, por lo que es claro que el «quítate tu pa ponerme yo» aplica solo a personal de servicios básicos y no al resto.
De pronto, el partido que llega al poder ve que no puede estar por encima de las leyes y debe aplicarlas so pena de que los propios directores, ministros, jefes, sean llevados a la justicia por incumplimientos de las leyes.
Adicionalmente, muchos puestos que han quedado vacantes no han encontrado en el lado perremeista a personas con los requerimientos para ocuparlas pues no vale incluso el nivel académico, los lugares de trabajo exigen tópicos que no se encuentran fácil.
En los países que quieren desarrollarse la Política se aleja de la distorsión que ha sido objeto donde ganar significa que convertirás al Partido en una Agencia de Empleos, si no que las carreras en la Administración Pública son independiente a la militancia.
Esta dura realidad ha dado al traste con los esperanzados perremeistas que hicieron campaña sin estar en sintonía con los cambios que daba el país y se suma incluso al discurso populista de algunos que aspiran a puestos electivos que ven en esa militancia sin opciones de entrar al tren gubernamental un nicho al cual prometerle porque en realidad, no importa quien gane la competencia interna no podrá fabricar más empleos de los que se han dado ni podrá tampoco retroceder las leyes de Administración Pública solo para garantizar empleos a una masa que aun duren 4 años como 16, es efímero.
La política debe ser ejercida para buscar mejoras a la sociedad y no a militancias, convirtiendo el estado en un pastel, debe ser garantizado que el Servidor Público llegue a como su nombre lo indica, servir, y no servirse, que es lo que ha ido cambiando en el país sin mucho ruido.
La violación de las leyes conllevan sanciones y cada día la el país se ajustará a las nuevas reglas internacionales sobre temas de empleos y formas de gobernar.
En la Administración Pública el CAMBIO llegó antes que el Gobierno del Cambio sin que ni este pueda violentar o cambiar lo establecido, solo, seguir las reglas del juego aun ello dibuje su propio destino.