Es posible que la alusión a la característica del restaurante teniendo en cuenta su dueño fuera una actitud no pensada, sin embargo, no deja de ser un sesgo.
El calificativo «chino» al restaurante, en alusión al cerrado recientemente por la institución ProConsumidor, era completamente innecesaria, de corte evidentemente xenófobo al seleccionar un sesgo por el origen de nacionalidad de sus dueños… nada más.
¿Los restaurantes que están en Naco o Pinatini cuál calificativo poseen?.
¿Por qué los donde sus dueños son chinos tienen el sesgo, si en su nombre oficial no lo poseen?.
La irresponsabilidad y la falta de profesionalidad, otra vez, aflora desde las entrañas de la institución encargada de velar por los derechos del consumidor quien, más de una vez, se pronuncia en términos que perjudican a amplios sectores comerciales.
El fatídico e irresponsable evento con el salami así lo demostró, donde su entonces incumbente no tuvo la valentía y sobre todo la responsabilidad de decir las empresas productoras de embutidos penalizadas, afectando al sector completo que nunca más fue el mismo, teniendo este grandes pérdidas por el ruido mediático.
La profesionalidad no se compra. ProConsumidor adolece, de administración en administración, de buena prensa y prefieren, comprobado, el populismo mediático a expensas de quienes, a pesar de irregularidades, se levantan todos los días a trabajar de sol a sol y merecen, por encima de todo, un poco de respeto.