Los actos de violencia registrados en algunas ciudades del país dejaron varios uniformados y decenas de civiles heridos.
Protestas en contra del Gobierno y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad se registraron en las principales ciudades de Colombia este martes, día en el que se cumplió la instalación del Congreso Nacional y se conmemoraron los 211 años de independencia del país frente al imperio español.
La mayoría de las movilizaciones empezaron en un ambiente festivo en el que miles de personas salieron a las calles para exigir justicia, empleo, salud, educación y respeto a los derechos humanos.
Sin embargo, en algunas ciudades como Bogotá, Medellín, Barranquilla, Popayán, Neiva e Ibagué, en horas de la tarde se registraron disturbios. Grupos de manifestantes bloquearon vías, lanzaron objetos y la Policía respondió con uso de la fuerza.
Así mismo, como ha sucedido desde que el paro nacional inició sus movilizaciones el pasado 28 de abril, Cali se convirtió en el epicentro de fuertes actos de violencia, que esta vez dejaron al menos seis uniformados y 19 civiles heridos, según medios locales. En la ciudad de Bucaramanga también hubo decenas de heridos.
«Que pare la violencia policial excesiva contra los manifestantes y en particular contra los jóvenes», reclamó el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, desde un evento en Bogotá.
Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, durante su discurso de apertura del nuevo periodo de sesiones del Congreso, reconoció que el país tiene una «deuda histórica» con los más pobres.
«Sabemos y entendemos que hay deudas históricas que saldar, que son muchas las frustraciones que como sociedad sentimos, pero la solución la encontramos trabajando en equipo», manifestó el mandatario. Duque rindió un homenaje por del Día de la Independencia a las Fuerzas Militares y de Policía, a las familias de todas las víctimas de la pandemia y de la violencia del país.
Por otra parte, el Comité Nacional de Paro, que convocó estas marchas, entregó al Legislativo un paquete de diez propuestas de ley que resultaron de su pliego de emergencia, discutido en varios municipios colombianos tras el cese de las actividades de calle a mediados de junio, para dar paso a una nueva estrategia. Algunos analistas no descartan la participación de ese liderazgo en los venideros comicios legislativos y presidenciales.
Los proyectos de ley se refieren a los siguientes temas, que ya estaban contemplados en sus demandas desde 2019:
Renta básica de emergencia de un salario mínimo mensual por un año para 7,5 millones de hogares.
Gratuidad universal de la educación superior pública.
Fortalecimiento de la red pública de salud.
Apoyo a la reactivación económica de la pequeña y mediana industria y la generación de empleo.
Apoyo para la reactivación del sector agropecuario.
Derogatoria del decreto 1174, de 2020, sobre el piso de protección social.
Acciones de promoción, prevención y capacitación para luchar contra las violencias basadas en el género.
Garantías para el ejercicio del derecho a la protesta pacífica.
Reforma al estatuto de juventud, para hacer más eficaz su participación política.
Reforma de la Policía.
Esta nueva jornada de protestas ocurre después que las marchas y plantones perdieran fuerza tras el retiro del Comité del Paro, y que el presidente cumpliera con las principales exigencias de los manifestantes, en medio de la presión social.
El tema de la violencia policial contra los manifestantes adquirió mayor relevancia internacional luego de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que recomendó en su informe separar al Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) del Ministerio de Defensa, en vista de las denuncias de «graves violaciones a los derechos humanos» en el contexto de las manifestaciones.