En estos momentos de la pandemia hay expertos que piden un cambio en la forma de abordar el control de contagios.
El Ministerio de Sanidad actualiza diariamente la información de la pandemia de covid gracias a los datos que le proporcionan las Comunidades Autónomas. Aunque ha habido momentos donde la monitorización de la pandemia ha tenido complicaciones, como en esta sexta ola, el objetivo es intentar rastrear el mayor número de casos posibles. Sin embargo, en estos momentos de la pandemia hay expertos que piden un cambio en esta perspectiva y además cuestionan el uso que se está dando a las pruebas PCR.
Vicente Soriano, profesor en la Facultad de Ciencias de la Salud de UNIR y exasesor de la OMS, considera que, en ocasiones, se toman decisiones en base a pruebas PCR en momentos en los que estas ya no detectan virus vivos, sino pequeños fragmentos de genes del coronavirus que «probablemente» no reflejan contagiosidad. Cuando ocurre esto, explica a 20minutos, la PCR está detectando «basura genética».
¿Cuándo se puede hablar de ‘basura genética’?
A la hora de detectar el covid, se recogen muestras de secreciones nasofaríngeas y, o bien se detectan las proteínas del virus, con una prueba de antígenos, o bien se detectan los ácidos nucleicos del virus, con una prueba PCR. «El virus tiene las dos cosas: proteínas y ácidos nucleicos que no tiene el ser humano. Con lo cual, si detectamos cualquiera de los dos, en la nariz o en la boca, podemos hacer el diagnóstico de infección por coronavirus», resume.
Como los test de antígenos son considerados en ocasiones como ‘poco sensibles’ -«si no hay mucha carga vírica, no lo detectas y no da positivo»-, para tomar determinadas decisiones se suele confiar más en pruebas PCR, que pueden detectar el virus «aun en concentraciones muy pequeñas».
Teniendo esto en cuenta, Soriano afirma que lo que debe preocupar a los médicos es la contagiosidad, «si lo que tú detectas, sea antígeno o PCR, significa que se puede transmitir el virus a otros». El problema llega cuando la sensibilidad de las PCR hace que un positivo se alargue durante más tiempo, «no porque funcionen mejor, sino porque detectan fragmentos muy pequeños de los genes del coronavirus que probablemente no reflejan contagiosidad», aclara.
«La PCR puede detectar ácido nucleico que llamamos residual. No detecta virus replicativos -que se multiplican-, sino fragmentos que quedan un poco en las secreciones respiratorias. A eso, a veces se le llama basura genética», cuenta Soriano.
Por ello, al igual que ha solicitado la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), en ocasiones debe primar el conocimiento técnico-científico sobre el virus y el criterio del médico, que una prueba PCR. Según Jesús Rodríguez Baño, portavoz de SEIMC, el 95% de los pacientes dejan de ser transmisores a los 14 días de manifestar síntomas.
Sabiendo esto, ¿cómo podría cambiar el criterio de detección ahora?
Vicente Soriano dice que ya se está teniendo en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre la pandemia. «De hecho, en Estados Unidos el CDC [Centros para el Control y Prevención de Enfermedades] ha decidido ya hace 15 días reducir los aislamientos a 5 días», destaca y añade que «en los hospitales, lo que hacemos, es aislar al médico de la UCI porque se expuso, pero le decimos que vuelva al trabajo cuanto antes y no esperamos a que tenga una PCR positiva». Aunque en España se decidió reducir la cuarentena a 7 días, Soriano opina que puede reducirse a 5.
En relación a lo expuesto por SEIMC, cree que la Sociedad ha recogido el sentir de todos los médicos, «porque no puede ser que colapsemos nuestros hospitales con cualquier persona que venga a ingresar o a consulta. Se hace un test y, tenga síntomas o no, si da positivo, vuelve a casa», expone.
Nuevo contexto por ómicron y las vacunas
Aparte de no depender siempre de test, Soriano indica también que el nuevo contexto generado por ómicron y por las vacunas debe impulsar un cambio en el control de la pandemia. «Ómicron es muy transmisible, y a la vez muy poco virulento -en parte, porque hay mucha gente vacunada-. Entonces no podemos continuar con la misma actitud de intentar identificar, rastrear y aislar a los positivos porque es mucha gente, paralizamos de nuevo toda la sanidad», explica.
Aparte de insistir en la vacunación y en continuar con el uso de mascarillas, considera que hay que concentrar los esfuerzos en proteger a los más vulnerables, «pero, para el resto de la sociedad, no debemos ponernos más obstáculos contra nosotros mismos. Por ejemplo los hospitales haciendo PCR o test de antígenos».
Además de las vacunas, señala que ahora también se va a poder contar con antivirales orales, con los que «en cinco días abortamos las infecciones por covid». Propone que, dado que la situación pandémica es diferente y cada vez se cuenta con más herramientas, se comience a tratar «más a la covid como a la gripe». En definitiva, «eso permite que podamos desplazar el esfuerzo de identificar gente potencialmente contagiosa a proteger a los que son vulnerables de verdad», remata.