Liberales, ultraconservadores, neo anarquistas, de ultraderechas, amigos de VOX, neofascistas de nuevo tipo a los que el discurso anticomunista ligado con los inventos de Progress, Ideologías de Género y demás pendejadas logran sumar adeptos como un ejército de imbéciles zombies.
A República Dominicana llegó un día uno de estos energúmenos, cruzados anti-izquierdas que mantienen en el país a admiradores a los que el conocimiento no les alcanza para entender el destino, se llama Agustín Laje y logró que José Laluz debatiera con él y peor, el Dr. Guerrero Heredia.
El fenómeno que cunde en el mundo avanza, ahora, desde la Argentina, país con una justicia secuestrada por la corrupción que ha logrado acorralar a la izquierda y que ven, en el fracaso del gobierno actual, la locura de Milei, como escape increíble de un segmento de la población que padece la misma enfermedad que los Trumpistas, Bolnaristas y otros especímenes fascistas del siglo XXI.
La manifestación en la República Dominicana, son varios, compiten entre ellas, usan incluso las iglesias evangélicas como pasaporte para buscar conquistar el poder político y lograr sumir al país en el oscurantismo, cercenar derechos humanos so pena de terminar en el infierno y fomentar el racismo, la xenofobia, el adoctrinamiento medieval.
Los Milei sí existen en la República Dominicana, como Aliens se encuban en algunos líderes con lenguajes dizque patrióticos, dizque nacionalistas, negacionistas de la historia y de su propia sangre, que ocultan en una tenue blancura el ancestro negro, esclavo, pero con cintas de esclavistas, alizando el pelo para que el discurso parezca más del este, lo mas alejado del oriente.
Cuando los pueblos se pierden, aparecen los Mesías, positivos o negativos.
Como necesidad casi existencial, cada ciertas generaciones el ciclo se repite y los de ahora no conocieron ni a Trujillo, Pinochet ni a Videla, las tiranías y asesinatos son cosa de libros de historia, que se ocultan detrás de videos estúpidos de Instagram o tiktok, embruteciendo a una juventud que mueve la boca y se hace llamar artista.
Por ahora el status cuo complaciente mantiene a la república Dominicana con gobernantes ligths que logran alguna que otra medida a lo tortuga de avance social, no de cambio, sin entender que si demoran un poco el encausamiento del país a un camino de desarrollo social verdadero, los Milei Dominicanos llegan para destruir, con solo un rayo, lo que quede de territorio nacional y estructuras democráticas, llevándose consigo, de un plumazo, los derechos y deberes con nuestros héroes incluidos, sumergiendo todo en el oscurantismo brutal de la ultraderecha fascistoide que ya está aquí y tiene adeptos.