El senador Antonio Taveras, Ditren, Faride y otros repiten que fue el PLD quien quiso entorpecer la comisión bicameral que estudia y trata de implementar la Ley de Extinción del Dominio, pero… quienes en verdad son sus enemigos, porque el PLD sale explicando todo lo contrario y acusando al PRM de tener mayoría.
La respuesta es que «casi todos los congresistas son enemigos de la Ley», a muy pocos les conviene que se apruebe y como otras, tratarán de que perima para así retrasar todo el tiempo que se pueda las reformas necesarias de la sociedad para acabar con la corrupción y la impunidad.
Existe una conciencia generalizada de la viabilidad y necesidad de la ley que, junto a la molestia por lo robado al estado, cunde en la sociedad, sin embargo, los senadores y diputados son los elegidos por el pueblo por la propia composición de la clase política del país, por lo que la esperanza, aunque es lo último que se pierde, no es buena.
Muchos Senadores y Diputados no pueden ni justificar sus dineros y además, algunos desde fuera cabildean para que tampoco se apruebe.
La Ley tiene y tendrá demasiados enemigos, en un Congreso y Cámara que deja mucho que desear y según la composición de los políticos, los tendrá siempre.
Aun con las esperanzas vivas, hay que recordar que la Ley de Partidos se aprobó cuando las «castas partidistas» se pusieron de acuerdo para que ellos fueran los que guiaran todo, creando un «mamotreto» casi todo considerado hoy inconstitucional.
Jugar al retardo se cura solo cuando el pueblo se empodera y por ahora, con la crisis mundial sobre nuestras cabezas, es muy difícil que se den las condiciones para que la sociedad reclame duramente una Ley que, aunque prioritaria, tiene de enemigos a casi todos los que tienen la responsabilidad, dada por el propio pueblo, de crearla.
