¿ Ranfis o Alfonso ?

dudoso

Hace poco escribía otro artículo en el que alagaba la entrada al escenario político al cineasta Alfonso Rodriguez, sobre todo con los «numeritos» que presentaba Ranfis Dominguez.

La sociedad dominicana esta casi preparada para la llegada de «inventos» conocidos como OutSiders porque no llegan desde la partidocracia sino desde afuera y ya el nieto de Trujillo se habia lanzado.

Alfonso llegaba con sus 10 mandamientos muy bien estructurados y claro, como pasa siempre con la prensa, y más en este caso que Rodriguez es «colega», las preguntas eran siempre las mismas.

leer:

El terreno estaba planteado… sin embargo, mi miedo se destapó, los «quillados» que una vez se habían apegado a Ranfis por su lenguaje incendiario esta vez se repartía e incluso mutaba a Alfonso, con el lamento de que este último no admite errores… a lo Busch me obligaba a que si no lo apoyaba a él a quien apoyaría, algo así como «o estas conmigo o contra mi…» (como Busch: «Quien no este con nosotros está en contra de nosotros») en un lenguaje completamente antidemocrático y «pechú».

 

Los «Alfonsistas», por otro lado, poseen hoy el mismo comportamiento que los «Ranfistas», en vez de tener un lenguaje amable, de sumar, quien osa criticar algo le acorralan y atacan, acusando que entonces se «apoya a los corruptos».

leer:

El creer tener la razón y pedir que se sumen a una causa so pena de que entonces estas en la otra es un comportamiento peligroso en plena democracia, en el siglo XXI.

Muchos «ranfistas» en las redes son verdadero sicarios… nadie desde ese equipo de campaña monitorea y ordena un control en el comportamiento… completamente peligroso.

Pienso que en el caso de Alfonso aun tiene tiempo de rectficar pero para ello, desde ya, creo que debe buscar un buen conocedor de campañas y proyección de candidatos mercadólogo que le diga que las redes si bien te aúpan pueden hundirte y que le convenza que es un ciudadano más, un candidato más, quien mañana quien sabe tenga que pactar una alianza pues, es claro, que nadie humano es «el elegido». Un candidato que no sea humilde mañana será un arrogante y pasado mañana será un dictador, dueño de la palabra, la verdad y la mentira, el bien y el mal.

Entradas relacionadas