París, (EFE).- Uno de cada cuatro estudiantes en la OCDE no supera las pruebas más básicas de lectura, indicó este martes ese organismo en su último informe PISA, que evaluó a unos 600.000 alumnos de 15 años de edad en 79 países y jurisdicciones con un foco especial en la comprensión lectora.
Esos alumnos no pueden identificar la idea principal de un texto o tienen dificultad a la hora de conectar distintos elementos informativos procedentes de diferentes fuentes, señaló la OCDE en la edición de 2018 de su Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA).
Además, ni siquiera uno de cada diez son capaces de distinguir entre hecho y opinión cuando leen sobre un tema que no les es familiar, lo que les augura futuras dificultades en un mundo cada vez más volátil y digitalizado, según los autores del estudio.
LIDERAZGO ASIÁTICO
Los estudiantes de las ciudades chinas de Pekín, Shanghai, Jiangsu y Zheijang, seguidos de los de Singapur, encabezaron el listado de comprensión lectora con una media respectiva de 555 y 549 puntos, por encima de los 487 del conjunto de la OCDE, frente a los 340 de Filipinas y los 342 de la República Dominicana, que cerraron la lista.
En esta ocasión, PISA ha aplazado la publicación de los resultados de lectura de España tras detectar “anomalías” en algunos alumnos, que por ejemplo tardaron menos de 25 segundos en responder a más de 20 preguntas.
El palmarés se mantuvo prácticamente similar en la prueba de matemáticas, con una media global de 489- esas cuatro ciudades chinas juntas (591) y Singapur (569) volvieron a destacar, y la República Dominicana (325) y Filipinas (353) repitieron en los últimos puestos.
Igualmente, en la de ciencias, con los alumnos chinos (590) y de Singapur (551) en cabeza, los dominicanos (336) y filipinos a la cola, y países como España (483) y Francia (493) cercanos a la media de la OCDE, de 489 puntos. No llegar al nivel mínimo de matemáticas, como le sucede a uno de cada cuatro alumnos, supone entre otras cosas no saber convertir un precio en una divisa diferente.
La puntuación media en las tres pruebas entre 2015 y 2018 se ha mantenido estable, aunque, a nivel individual, solo siete territorios mejoraron en todas (Albania, Colombia, Macao, Moldavia, Perú, Portugal y Catar) y otros siete empeoraron (Australia, Finlandia, Islandia, Corea, Holanda, Nueva Zelanda y Eslovaquia).
El organismo advirtió de la falta de avances significativos en la última década, a pesar de que los gastos en educación se han incrementado en un 15 % en el mismo periodo, y alertó de que una educación inadecuada margina porque no aporta las herramientas necesarias para afrontar los desafíos del futuro mundo laboral.
Los estudiantes con mejores condiciones socioeconómicas tuvieron, además, resultados más altos que aquellos más desfavorecidos. En comprensión lectora, por ejemplo, entre quienes alcanzaron el máximo nivel había un 17,4 % del primer grupo, pero solo un 2,9 % del segundo.
Este último informe PISA también dejó en evidencia cómo la tecnología digital afecta a sus costumbres fuera del instituto- los alumnos pasan una media de tres horas al día conectados entre semana, una hora más que en 2012. De media, hubo un 13 % de estudiantes con familias inmigrantes, tres puntos más que en 2009, y sus resultados en comprensión lectora iban el equivalente a un año académico por detrás que el resto de sus compañeros.
DIFERENCIAS DE GÉNERO
El informe constató además que las chicas son mejores tanto en comprensión lectora -con una media de 502 puntos en general, 30 puntos más que sus compañeros- como en ciencias (490, +2), mientras que pierden en matemáticas por cinco puntos (487). Las diferencias entre géneros también se manifiestan en sus expectativas laborales- más de la cuarta parte de los chicos con los mejores resultados quieren ser ingenieros o científicos, cuando tiene esas mismas aspiraciones menos de una de cada seis chicas.
El informe PISA, que también midió su bienestar, destaca que dos de cada diez estudiantes afirmaron haber sufrido acoso físico o verbal al menos varias veces al mes, con porcentajes que en Filipinas y Brunei, con las cifras más altas, se elevaron al 65 % y al 50 %. EFE